Hace unos años Coldplay se ganó los titulares del mundo tras anunciar que detendrían sus giras hasta poder hacerlas ecológicamente sustentables. El anuncio, hecho durante los meses en que más sonaba el nombre de Greta Gerwig, hizo que muchos hablaran de lo complicado que es para los grandes artistas salir de gira en un mundo que cada vez trata de ser más verde.
Por eso, la nueva gira de la banda Inglesa, que tendrá cuatro fechas ya agotadas en Barcelona, tiene una nueva tarea. Además de prometer un gran show, cosa en la que la mayoría de los críticos coinciden siguen triunfando, Chris Martin y compañía han prometido que su nueva gira es completamente sustentable, presumiendo una reducción del 50% de las emisiones en comparación a la anterior. Es un número que pudieran presumir si en 2019 no hubiesen prometido reducir sus emisiones a 0, y si no llenaran sus tribunas con artilugios publicitarios relacionados con esta idea.
Si bien hay algunas medidas importantes, el usar materiales reutilizables de poco registro carbónico en la construcción del escenario o usar confeti biodegradable, hay mucho de problemático en los planes verdes de los británicos.
Los conciertos de esta gira de Coldplay están llenos de recordatorios de su recorte carbónico. Desde una pista de baile que presume de alimentar la iluminación del evento con energía cinética o una serie de bicicletas estacionarias pensadas para generar electricidad para la tarima. Sin embargo, no mencionan el costo ecológico de alimentar sus aviones o de transportar la mayoría de su equipo, en vez de alquilarlo localmente.
NESTE UN CRITICADO PATROCINADOR
Quizás el punto más criticado de la gira por grupos ecológicos es el apoyo de la empresa de combustible alternativo Neste. El problema es que para generar el aceite de palma que usan como base para su combustible de avión, la empresa ha sido señalada por deforestación. Es un punto al que Coldplay ha respondido apuntando que el combustible de su gira no es fabricado cortando árboles, sino producido en su mayoría del reciclaje de aceites de cocina.
Sin embargo, esto no significa que la empresa sea realmente verde. Según la ONG Transporte y Medioambiente (T&E por sus siglas en inglés), Neste es responsable por la deforestación de diez mil hectáreas de tierras vírgenes en países como Indonesia o Malasia. Más allá del combustible específico que use la banda inglesa, no deja de ser un problema serio depender de una empresa que sigue cortando bosques vírgenes para fabricar su producto.
El otro gran patrocinador para el transporte limpio es BMW, la famosa fabricante de vehículos. Si bien la empresa alemana, como todas, está aumentando su producción de coches eléctricos, sigue siendo uno de los grandes del lobby petrolero en Alemania. De hecho, a la empresa se la ha señalado por querer retrasar la prohibición de la venta de nuevos vehículos de motor tradicional más allá del 2035.
COLDPLAY INTENTA CONTRARRESTAR SU HUELLA DE CARBONO
Si bien Martin y compañía señalan que redujeron a la mitad las emisiones de carbono gracias a sus alianzas, por más criticables que sean, ese otro 50% sigue siendo complicado de afrontar. Coldplay ha asegurado a sus fanáticos que han tomado medidas para contrarrestar la huella de carbono de su gira.
Pero el problema de estas medidas, entre las que destaca plantar un árbol por cada entrada vendida en la gira, es que puede ser complicado que tengan impactos a corto plazo, además que la siembra de árboles mal organizada puede generar otro tipo de problemas. Sin embargo, todo indica que aquí es uno de los puntos donde los Ingleses de hecho se han organizado mejor, apoyados por la premiada ONG One tree Planted. Junto a ello, su trabajo junto a The Ocean Cleanup puede ser importante, aunque ambas medidas son menos útiles que no ensuciar en primer lugar.
UNA HISTORIA DE DOS BANDAS
Mientras Coldplay busca medidas que les permitan que su gira cambie lo menos posible, el grupo de trip-hop Massive Attack está trabajando en plantear formas en que la industria de la música en vivo pueda funcionar en un mundo más verde. Apoyados en un informe del centro Tyndall de Sostenibilidad, la banda ha tomado varias medidas para reducir su huella de carbono.
El punto principal al que llegaron es reducir la cantidad de transportes necesarios para su gira. Según ha explicado el grupo, una de las mejores formas de reducir su huella de carbono es el alquiler y contratación de equipos locales, y de ser posible viajar en trenes comerciales. Además, han recomendado la estandarización de algunos equipos, para que sea más fácil para los artistas en gira adaptarse.
Son medidas menos llamativas que alimentar las luces del escenario con una pista de baile, pero probablemente mucho más sostenibles. A medida que exigimos eventos realmente «verdes» es probable que sea más útil ver el ejemplo de Massive Attack que el de Coldplay, sin importar que tan buenas sean las intenciones de Martin y compañía.