El pastel de piña es uno de los postres que más gusta a todos en casa, y no es para menos, la combinación de aromas propios de la fruta con el dulzor del postre, causa una deliciosa explosión de sabores en el paladar.
La piña es una fruta deliciosa y recomendada por su poder diurético, antioxidante y por contribuir a disminuir los niveles de colesterol alto e hipertensión, así como para tratar la anemia. Si se te antoja comerla, pero tienes temor a que te pique la boca, descubre esta nueva manera de disfrutarla, en apenas unos minutos y sin necesidad de encender el horno.
5Así se añade la harina para tener una miga suave y esponjosa aún sin horno
Cuando tengas la mezcla bien esponjosa y cuando ya no sientas el azúcar entre tus dedos, será el momento de avanzar con la preparación añadiendo la harina y el polvo de hornear. Para hacerlo, será necesario tamizar los ingredientes secos.
Al tamizar los ingredientes secos, no solo eliminas cualquier partícula que pueda encontrarse presente, sino que también contribuyes a dar más aire a la mezcla, lo que hará que la masa quede más esponjosa y tierna. Para hacerlo, simplemente coloca un colador sobre el bol y deja caer la harina junto al polvo de hornear.