Para remontarse a los comienzos de FIFA hace falta volver en el tiempo al año 1993. Fue entonces cuando Electronic Arts lanzó por primera vez en la consola Mega Drive de SEGA un simulador que no tardó en hacerse un hueco importante en el mercado. Incluso en aquella época, cuando los juegos de fútbol aparecían en el mercado de forma prácticamente continua (más aún con el mundial de USA 94 a la vuelta de la esquina).
Su particular vista isométrico y gusto por los detalles hicieron que la franquicia no tardara en convertirse en una auténtica referencia, que ha ido creciendo año tras año, con unas entregas que evolucionaban más que otras, pero que siempre han sido relevantes, incluso en los tiempos en los que tuvo que batallar con más fiereza que nunca con Konami y su «Pro».
Así ha sido hasta ahora. Esta lección de historia de los videojuegos no es gratuita, puesto que FIFA 23, la nueva entrega de la serie, supondrá un punto de inflexión definitivo: será la última. No es que EA haya decidido abandonar uno de sus lanzamientos más potentes, sino que la compañía norteamericana no ha renovado su licencia con la Federación Internacional de Fútbol Asociación. Es decir, con la FIFA. A partir de la próxima temporada, la franquicia «renacerá» bautizándose como EA Sport FC.
Una despedida a lo grande
Todos los apasionados del balompié, y en especial los fieles a la saga FIFA (convertida en los últimos años en la reina indiscutible del género futbolístico) saben que no siempre sus novedades son necesariamente significativas, más allá de su obligada actualización de plantillas y demás. Este año, por el contrario, da la sensación de que EA sí ha hecho los deberes, tal vez como forma de despedirse de la mejor manera posible de la saga.
Para empezar, los responsables del título han hecho mucho hincapié en la mejora de su sistema de captura de movimientos Hypermotion2. Es decir, que ahora las acciones de los futbolistas son más realistas que antes. ¿Afecta esto en algo al desarrollo de los encuentros? Lo cierto es que sí. Se aprecia en la mayor variedad de situaciones que se pueden dar durante los partidos, por ejemplo en lo que se refiere a rebotes o balones divididos.
Otro de los pesos pesados de FIFA, al menos en sus últimas entregas, también se ha visto ligeramente renovado. Hablamos del ya clásico Modo Carrera, que en FIFA 23 cuenta con entrenadores reales entre los que poder elegir. Ponerse en la piel de gente como Klopp o Guardiola tiene su gracia, si bien lo más llamativo ha sido la inclusión del entrenador ficticio Ted Lasso, al cual muchos usuarios de Apple TV conocerán de sobra.
También hay que resañar el hecho de que FIFA 23 incorpora por primera vez ligas femeninas, un paso obligado prácticamente para la franquicia, que hasta ahora solo había sumado a sus opciones las selecciones internacionales en lo que respecta a equipos de mujeres.
El popular modo FIFA Ultimate Team, por su parte, también cuenta con novedades, primero ofreciendo una química que evoluciona ligeramente la afinidad entre los jugadores, así como «momentos» que retan al jugador con conseguir logros más o menos extraordinarios.
En líneas generales, no se puede decir que FIFA 23 sea una revolución en sí mismo, tampoco por la forma en la que se ha intentando mejorar la ambientación durante los partidos, pero sí es cierto que tiene innovaciones suficientes para justificar su compra. ¿Un adiós a la altura de esta mítica serie? Resulta difícil decirlo, ya que todavía queda por ver qué ofrece el próximo EA Sport FC y hasta que punto Electronic Arts se ha guardado -o no- sorpresas de cara a su nueva franquicia. Aunque, como todos suponemos, nueva, nueva del todo no creemos que vaya a parecer. Solo el tiempo lo dirá…