Una de las preguntas más realizadas dentro del sistema laboral actual en España es la cifra que debe pagar un trabajador por ser autónomo. No es de extrañar teniendo en cuenta que ha generado un gran descontento entre los trabajadores particulares por ser una cuota injusta y desproporcionada. La principal injusticia es que muchos trabajadores autónomos con ingresos inferiores tienen que pagar lo mismo que otros autónomos con ingresos superiores. Es por eso que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha considerado una nueva reforma en su sistema de cotización.
¿Cómo funciona la cuota de autónomos?
Los autónomos tienen que cotizar desde que inician su actividad y liquidan esa cuota cada tres meses después de darse de alta en la Seguridad Social. Durante el año 2021, la cuota de autónomos llegaba a ser un 30,3% de la cotización total. Esto se desglosa en un 28,30% de contingencias comunes, un 1,10% de contingencias profesionales y un 0,80% de cese de actividad quedando solo un 0,10% de formación profesional.
Durante ese año, cuando se hablaba de base mínima se hacía referencia a 944,40€ y cuando se hablaba de base máxima se hacía referencia a 4.070€. Esto quiere decir que las cuotas que se aplicaban eran de 286€ para la cuota mínima y 1.232€ para la cuota máxima. El trabajador autónomo tenía que escoger la que más se adaptaba a su actividad laboral.
Si durante el año 2021 recogíamos estas cifras, en este año 2022 han incrementado. Para la base mínima se deben pagar 294€ y para la base máxima la cuota asciende a 1.266,66€. Esto se debe a que la base mínima ha aumentado pasando de ser 944,40€ a 960,6€ y la base máxima de 4.070€ a 4.139€.
¿Qué novedades habrá en la cuota de autónomos a partir del año 2023?
El sistema cambiará para ofrecer tramos de rendimiento netos. A partir del año 2023, entra en vigor una cuota mínima que de manera progresiva llegará a los 200 euros en el año 2025. Esto también se ve reflejado en la cotización de los autónomos que será menor si el ingreso es menor y se mantendrá para aquellos trabajadores autónomos que ingresen una cifra entre los 1.166€ y los 1700€. Si los ingresos superan los 1.700€, entonces la cuota aumenta.
La tarifa planta constará de 80 euros durante los primeros 12 meses y si el trabajador autónomo no supera el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) la tarifa continuará durante otros 12 meses. El punto fuerte de esta nueva cuota de autónomos es que será revisable cada tres años.
Es importante entender el concepto de rendimiento neto ya que sobre éste se hará la aplicación de la cuota que corresponda. Para poder calcularlo, hay que tener todas las facturas mensuales a las que se les hayan liquidado los impuestos como el IVA y el IRPF. También hay que tener en cuenta los gastos que hayamos tenido relacionados con el desarrollo de la actividad como pueden ser herramientas de trabajo o un local alquilado. Una vez se tenga todo esto sobre la mesa, la diferencia entre los ingresos y los gastos (deduciendo a su vez el 7% de gastos genéricos) serán los ingresos netos del trabajador autónomo. Es un proceso un poco lioso, pero con el tiempo se convierte en una acción rutinaria.
Una de las cuestiones más pesadas a la hora de ser autónomo es que esta cantidad puede variar a lo largo del año y por eso conviene hacer una media ponderada para poder obtener un resultado de cuota acorde. Un factor positivo es que la Seguridad Social permite ajustar el tramo de cuota durante el año para que se pueda pagar menos los meses del año donde no se facture tanto.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones tiene la intención de proteger a los autónomos con pocos ingresos
Los autónomos que generan pocos ingresos han sido uno de los colectivos más golpeados por la crisis. El sistema de cotización hacía que cada vez les fuese más difícil mantener la actividad laboral y es por eso que con la nueva normativa se pretende facilitar su estabilidad económica aunque no está del todo claro que vaya a tener un impacto positivo notable.
De manera progresiva se prevé que para el año 2025, los autónomos que tengan menor rendimiento y cuyos ingresos estén por debajo del SMI, paguen cuotas que se sitúen entre los 200 y 260 euros. En el caso de que se generen más de 6.000 euros, la cuota sería de 590€ al mes.
El objetivo de la reforma es el de modificar el ingreso neto real que consta de los ingresos a los que se les han restado los gastos deducibles. Esto se hace posible ya que se incluirían más gastos deducibles, provisiones y amortizaciones.
Toda esta reforma de las cuotas tiene el objetivo de conseguir que los autónomos sientan menos presión. Dos de cada tres trabajadores autónomos tendrán reducciones en sus cotizaciones en los próximos años y tres de cada cuatro cotizarán una cifra menor o igual a la que tienen ahora. Esto quiere decir que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones calcula que casi el 50% de los autónomos podrá cotizar menos que durante este año 2022, pero alrededor de un 25% seguirá cotizando lo mismo y un 25% tendrá que cotizar más.