El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha anunciado una inversión de 3.100 millones de euros encuadrados en el tercer ciclo planificación hidrológica de la cuenca del Segura, con más de 700 medidas incluidas.
Morán ha hecho estas declaraciones durante su intervención en las jornadas ‘Agricultura y agua en el Levante, presente y futuro’, que han organizado el diario La Verdad y el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS).
En declaraciones previas al acto, que ha congregado a dirigentes políticos de PP, PSOE, Vox, Ciudadanos y Unidas Podemos, Morán ha explicado este es «el mayor compromiso adquirido hasta ahora por el Gobierno de España en materia de inversión en esta Región«.
Según ha avanzado, la Administración General del Estado –la Dirección General del Agua, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), sociedades estatales y la Mancomunidad de Canales del Taibilla (MCT)– aportará 1.800 millones de euros del montante total.
Respecto a la planificación que abordará esta inversión, ha dicho que «todas las fuentes que alimentan el sistema tienen que tener su consideración», lo que incluye el trasvase Tajo-Segura; aguas superficiales y subterráneas, mecanismos de utilización de aguas desaladas y «sobre todo ahorro y eficiencia».
Asimismo, ha manifestado que este año concluye un periodo de trabajo de casi tres años de elaboración de los planes de Cuenca de tercer ciclo que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico confía en tener listo el próximo diciembre. Esto, ha dicho, va a «condicionar» la toma de decisiones del sector hasta 2027, en el marco de un contexto de sequía que afecta a toda Europa.
Ha explicado que el papel del Ministerio es aportar «un escenario de certidumbre» hasta ese año, que se anticipe la realidad de la gestión del agua de cara a las próximas décadas. «Espero que con esto contribuyamos a mejorar la capacidad de respuesta de un sector fundamental para esta Región», ha agregado.
Morán también se ha referido a las declaraciones del presidente del SCRATS, Lucas Jiménez, quien ha calificado de «homeopatía» las palabras de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en las que pedía tranquilidad en lo referente a la disposición de agua para los agricultores del Levante.
Preguntado a este respecto, Morán ha indicado que estas afirmaciones «establecen mecanismos de planificación que tratan de dar certidumbre y seguridad».
Asimismo, ha indicado que uno de los objetivos que se marcó el Gobierno central en cuanto al nuevo modelo de gestión del agua en la Región en 2018 fue «intentar por todos los medios que no se repitiesen episodios como los vividos entre 2017 y 2018».
«Once meses seguidos en nivel 4, trasvase cero, ni siquiera para cubrir las necesidades del suministro a los hogares», ha dicho, para asegurar que, una vez superados los 4 años del gobierno de coalición, «la senda por la que estamos caminando es una senda que precisamente traslada certidumbre». A su juicio, «no se trata de trabajar sobre hipótesis, sino sobre qué sucedió en un escenario concreto durante 4 años».
Ha señalado que el futuro del agua y del Levante «no es ajeno al futuro global, cada vez más condicionado por el cambio climático«. Se ha remitido a las cifras para ejemplificarlo, al señalar que la capacidad del sistema de embalses en España alcanza los 56.136 hectómetros cúbicos con carácter general, y la media de recurso embalsado a lo largo de los últimos diez años está en 28.222 hm3, un 50% de la capacidad.
«No es un problema de capacidad para almacenar agua, sino que es un problema de carencia de agua», ha aseverado. «Nuestra reflexión debe ser si estamos en condición de seguir manteniendo el binomio entre cuentas excedentarias y deficitarias a la hora de abordar la planificación», según Morán. Se trata de un binomio que personalmente no comparte y ha dicho que se puede llegar a la conclusión de que todas las cuencas del país «son deficitarias y amenazan con incrementar su déficit en el futuro».
Ante la «tozuda realidad de una curva descendente», cree que nos debemos preguntar si «seguimos generando expectativas sobre una capacidad cada vez más ilusioria o adaptamos la planificación y los usos a la realidad».
Morán ha señalado que la aprobación de los nuevos planes hidrológicos –prevista para finales de 2022– recoge un conjunto de previsiones de inversión de 22.000 millones de euros en las cuencas intercomunitarias. De este montante, casi 9.000 corresponden a la inversión que asume la Administración General del Estado.
En concreto, ha señalado que en la demarcación del Segura se identifica un 68% de masas de agua subterránea en mal estado y las previsiones son conseguir su buen estado y avanzar en la seguridad hídrica con la integración de la desalación.
El objetivo, según Morán, es «lograr la sostenibilidad de la agricultura con disponibilidad de agua suficiente en términos de eficiencia y sin generar afecciones al medio ambiente». Para ello se incorporan estas 700 medidas con una inversión de 3.100 millones de euros.
Los elementos más relevantes del plan hidrológico de la demarcación del Segura en este tercer ciclo, según Morán, son la fijación de caudales ecológicos en todas las masas de agua superficiales; y atender con especial sensibilidad al marco de actuaciones prioritarias en el Mar Menor.
También se propone un incremento sustancial en la disponibilidad de recursos procedentes de la desalación, con la ampliación de la capacidad de las desaladoras de Valdelentisco, Torrevieja y Águilas en 70 hm3 adicionales e integrar en los sistemas de generación energía fotovoltaica.
Asimismo, contempla la sustitución progresiva de recursos subterráneos por otros no convencionales; una mayor conectividad en los sistemas de explotación para alcanzar a la mayor parte del territorio; un conjunto de nuevas actuaciones de laminación de crecidas con dos actuaciones concretas: la presa de Béjar y la presa de Tabala. Asimismo, ha citado un nuevo paquete de protección frente a inundaciones y adecuación de cauces.
En cuanto al incremento de recursos en la cuenca del Segura, Morán se ha referido a la ampliación de la desaladora de Águilas, cuya previsión es pasar de una capacidad de producción de 60 a 70 hm3 al año con una inversión de 29 millones d euros por parte de Acuamed.
Respecto a la ampliación de Valdeletisco, se pretende pasar de 50 a 70 hm3 al año con una inversión de 32 millones de euros; y en el caso de la ampliación de Torrevieja se trata de llegar a 120 hm3 al año con 62 millones de euros.
En cuanto a la incorporación de capacidad de autogeneración con fotovoltaica para la instalación de Águilas hay 46 millones de euros; para la de Valdelentisco hay previstos algo más de 43,5 millones; y para la de Torrevieja algo más de 69 millones.
En el paquete de inteconexión de las redes de distribución de las propias desaladoras y de la conexión a las infraestructuras que dan suministro a las superficies regables hay consignada una inversión de 285 millones de euros.
«En todos los casos, son actuaciones que ya están en marcha», según Morán, quien ha puntualizado que están en fase de ejecución, licitación o de culminación de proyecto.
También se ha referido al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, cuenta con unas previsiones de inversión en la Región por parte del Estado de 391 millones de euros del total de 1.667 millones que supone la aportación de Fondos europeos para el ciclo del agua en la totalidad del país. Esto quiere decir que a la Región se le dedica «una cuarta parte de la totalidad de inversión previstas para el conjunto del país», ha ratificado.