Pocas cosas nos gustan más a los humanos que ver bailar las llamas en una hoguera. Tiene algo de hipnótico, además de lo placentero que resulta sentir el calor del fuego cuando fuera hace frío. Algunos aseguran que es algo que llevamos en la sangre desde tiempos prehistóricos, y que está relacionado con la sensación de seguridad de encontrarnos con el resto de la tribu alrededor del fuego, protegidos de los depredadores. La cuestión es que nos encanta sentarnos delante de una chimenea y dejar que nuestra mente se relaje observando las llamas y sintiendo ese agradable crepitar de la leña, mientras tomamos una taza de café o de chocolate caliente.
3EL BOSQUE DE LAS VIÑAS, EN ASTURIAS
Con este sugerente nombre, esta casa rural se ha convertido en un alojamiento ideal para las escapadas más románticas. Se encuentra en el municipio de Boal y en 2009 consigo el premio Excelencia Turística. Está ubicada en un bello entorno rodeado de verdes prados, y la casa rural también es una preciosidad, con una decoración rústica tradicional de piedra y madera. Tiene hasta un spa ecológico. Algunas de las habitaciones están dotadas de chimenea junto a la bañera, para que el placer sea doble.