La inflación económica que azota a Europa y al mundo entero está alterando el precio de la vida de un modo que roza lo insoportable en algunas ocasiones. La subida desmedida de precios ha provocado una situación de precariedad en algunas familias que ven como cosas tan básica como la cesta de la compra se hace casi inaccesible. De hecho, ciertos productos de consumo normal hasta hace unos meses se han convertido ahora en un lujo que no todos se pueden permitir.
El Banco Central Europeo (BCE) ha tomado la determinación de subir el Euribor para combatir esta inflación y evitar que siga haciendo estragos en la economía. La pregunta es: ¿qué efectos tiene la subida del Euribor como paliativo de la inflación? Sencillo. El Euribor es la referencia fija del porcentaje de interés que se impone en un crédito, por lo que si éste porcentaje se encarece, el crédito es menos accesible y el consumo se reduce, ralentizando así la inflación. Sin embargo, esta medida tiene un efecto secundario que en nada ayuda a las economías familiares.
La subida del interés del Euribor influye directamente en el interés de los préstamos e hipotecas que las entidades bancarias ofrecen a sus clientes, subiendo la cuota anual en aquellos casos donde el tipo no sea fijo y el interés esté sujeto a las variaciones posibles. A día de hoy, con los puntos del Euribor actual y los que se espera que alcance, un cliente con una hipoteca al 1,25 % de interés pasará a pagar un 2,80 o 3,00 %, lo que implica un promedio de 2.000 € más anualmente con respecto al año pasado.
El mercado de la construcción
Como ya ocurrió con la crisis económica de la pasada década, la dificultad de los usuarios para acceder a una hipoteca, y por ende a una vivienda por su encarecimiento, ha provocado un breve receso en el sector de la construcción. Aunque hasta el momento no se han sentido las consecuencias más graves de esta tendencia, se espera que la paralización de los proyectos de nuevas casas llegue de un momento a otro, repercutiendo a su vez en la economía.
Por suerte para las empresas de construcción y sus trabajadores, no todos los clientes en potencia (cuyos fondos iban a ser destinados a una vivienda a través de una hipoteca) han decidido anular su inversión, sino que han recurrido a una solución más convencional como la reforma del hogar. Según hemos podido saber a través de la empresa de reformas Reiteman Madrid, en el último mes ha habido un crecimiento sensible en el número de solicitudes para presupuestar una intervención de renovación en muchas zonas de la Comunidad.
¿Cuánto cuesta una reforma?
Como en todos los productos del sector de la construcción, el precio de una reforma dependerá de las dimensiones de ésta, los materiales que queramos utilizar, las intervenciones que haya que acometer y la empresa que vayamos a contratar. A pesar de los distintos factores que puedan afectar al coste total, actualmente las cifras rondan una media de 450 € el metro cuadrado, por lo que una vivienda de 150 metros cuadrados necesitaría una inversión de 45.000 € y otra de 200 rondaría los 90.000 €. Desde luego que no se trata de una cantidad nada desdeñable, pero estamos de acuerdo en que es notoriamente inferior a la de la compra o hipoteca de una vivienda, sea o no de nueva construcción.
Por otro lado, toda vez que se trata de cuantía menos abultadas, pedir un préstamo o un crédito para afrontar el pago será menos gravoso que cuando se trata de grandes cantidades. Acceder entonces a una reforma no dependerá tanto como las hipotecas de las variaciones del Euribor y las medidas del BCE.
¿Qué opciones hay si no puedo afrontar un préstamo?
Las constructoras y empresas de reformas son perfectamente conscientes de que no corren tiempos fáciles para los clientes, por lo que tratan de poner a disposición de estos todo tipo de facilidades para mantener la actividad económica del negocio. De manera general, las compañías del sector ofrecen la posibilidad de financiar la intervención a través de una serie de plazos y cuotas mensuales que el comprador irá satisfaciendo. De hecho, ni siquiera es frecuente que estas mensualidades cuenten con itereses, sino que se trata más bien de una facilidad de pago para garantizar que el cliente finalmente dejará su inversión en la empresa.
La demanda de estas financiaciones ha crecido exponencialmente en las últimas semanas como consecuencia de todo lo que hemos mencionado.