Pese a los intentos, desde hace 500 años, de asentar un sistema de emisión neutral que encaje con el mercado y sus necesidades, este objetivo no se ha cumplido y, de hecho, se ha vuelto más complejo.
Todos los sistemas monetarios diseñados por el hombre o bien caen el Efecto Cantillon o no consiguen neutralizar el mecanismo flujo-especie-precio de Hume o generan un anormal crecimiento o decrecimiento del dinero en circulación o sufren todos estos defectos a la vez, como es el caso del Patrón Oro.
La desenfrenada emisión monetaria fiduciaria ha dado paso a un exceso de circulación de dinero y un tipo de interés de referencia anormalmente bajo, que no es sano para la economía, ya que esta necesita de una cantidad de energía monetaria proporcional a su actividad. En este sentido, el especialista en finanzas Pedro Gómez propone un sistema de emisión monetaria alternativo al Patrón Oro: el Patrón Interés, un sistema con respaldo, con el que el hombre podrá inyectar dinero según los requerimientos del mercado, sin manipulación política.
Efectos del Patrón Interés
Pedro Gómez sostiene que el Patrón Interés pondrá freno a las cíclicas depresiones económicas mundiales, así como también a los conflictos que la emisión irracional de dinero ha generado históricamente entre el Estado y el Mercado. La emisión de dinero es el mayor motor de diferencias sociales de la historia. Solo con este sistema de emisión monetario el mercado industrial y financiero estarán coordinados en función del tipo de interés y se establecerá una evolución armónica de las cuatro variables fundamentales.
La evolución de la economía, sostenida en cuatro variables fundamentales (4VF)
El Patrón Interés permitirá que los recursos humanos, los bienes públicos, los bienes de capital y la masa monetaria (4VF) evolucionen de forma natural, dando paso a una economía sana, no por su crecimiento, sino por la evolución equilibrada de sus 4VF.
Los recursos humanos pueden cuantificarse basándose en la demanda de bienes y servicios que consume la sociedad. Más allá de definiciones y controversias doctrinales sobre qué es un bien público, los bienes públicos son aquellos bienes comunes y necesarios para el correcto funcionamiento de la sociedad y los mercados (carreteras, aeropuertos, depuradoras, etc.). Por su parte, los bienes de capital podrían totalizarse basándose en las cantidades invertidas privadamente en bienes de producción (instalaciones, maquinaria y utillaje) para poder ofertar los bienes y servicios demandados por la sociedad. Mientras que la masa monetaria es el dinero que circula en la economía bajo distintos formatos (dinero físico, eléctrico, pagarés, letras, bonos, etc.).
Cuando esas variables no evolucionan proporcionalmente, la economía de cualquier país entra en crisis. Por ejemplo, la economía china estará durante algunos años en una profunda crisis porque ha crecido de forma no natural, con un exuberante incremento de bienes de capital, en especial, en el sector inmobiliario.
Las cuatro variables fundamentales, en armonía, son el pilar de toda economía exitosa. A modo de ejemplo, Gómez sostiene que “si la masa monetaria no crece en la misma proporción que la sociedad, habrá menos dinero para más personas y para más actividad”, es decir, que habrá deflación. Por el contrario, si la cantidad de dinero crece por encima de lo que la sociedad necesita, se genera el problema que atraviesa la economía actual: la inflación. Tanto un fenómeno como el otro suelen ser las primeras alertas que indican el paso a una crisis económica. Y la única herramienta capaz de mantener equilibradas la 4VF es el Patrón Interés.
El funcionamiento del Patrón Interés
Dado que el dinero es un producto más del mercado y siguiendo la regla económica de que “consumos pasados condicionan producciones futuras”, Gómez propone que, para mantener el equilibrio económico de las 4VF, el Banco Central debe emitir dinero en función del agregado de intereses (ΣI) generados por el mercado. El dinero emitido será entregado a las Administraciones Públicas para el pago de bienes públicos suministrados por las empresas privadas; el dinero entrará en las cuentas de las empresas privadas y los bancos comerciales, negociando con las empresas privadas, podrán utilizar ese dinero para impulsar la economía, iniciándose un nuevo ciclo monetario. Adicionalmente, Pedro Gómez propone otra serie de medidas monetarias para evitar que los sustitutos monetarios y el dinero electrónico puedan distorsionar el volumen de masa monetaria en circulación.
Este mecanismo de emisión y distribución de dinero es denominado Patrón Interés, permitiendo un desarrollo natural de la economía: ¡toda una revolución monetaria!