La vida en el día a día puede llegar a ser muy estresante, sobre todo para aquellos que residen en grandes ciudades, donde el ritmo de cada jornada es trepidante, lleno de bullicio, gente en todas partes, prisas, atascos y colas en todas partes. Para escapar de esto y desconectar completamente, nada mejor que refugiarse en pequeños pueblos de montaña, donde tiempo transcurre de otra manera. Organiza tus escapadas de fin de semana poniendo rumbo a alguno de estos pueblos aislados y solitarios, llenos de encanto y belleza.
6FUENTE DÉ, EN CANTABRIA
Fuente Dé es una pequeña aldea, tan aislada y solitaria, que solo tiene 7 habitantes. Se encuentra en un circo glacial, y es la cuna del río Deva, junto al que se extienden unos impresionantes hayedos. Cerca se encuentra el famoso teleférico El Cable, uno de los más impresionantes de España, ya que asciende más de 750 metros para llegar a un mirador desde donde se contempla todo el valle. Se trata de una zona privilegiada, con una naturaleza salvaje de montaña, y un punto de salida para diferentes rutas.