La vida en el día a día puede llegar a ser muy estresante, sobre todo para aquellos que residen en grandes ciudades, donde el ritmo de cada jornada es trepidante, lleno de bullicio, gente en todas partes, prisas, atascos y colas en todas partes. Para escapar de esto y desconectar completamente, nada mejor que refugiarse en pequeños pueblos de montaña, donde tiempo transcurre de otra manera. Organiza tus escapadas de fin de semana poniendo rumbo a alguno de estos pueblos aislados y solitarios, llenos de encanto y belleza.
5PARADILLA DE GORDÓN, EN LEÓN, ENTRE LOS PUEBLOS MÁS AISLADOS
Al norte de la provincia de León, en plena Montaña Central, se encuentra esta pequeñísima población que solo tiene unas pocas casas y 5 habitantes. El acceso es complicado, ya que hay que recorrer una estrecha carretera de un solo carril. Si nieva, el pueblo queda aún más aislado, porque los desplazamientos se complican. Hay una iglesia románica con un mirador con vistas al acantilado. Se dice que en este punto se realizaron ejecuciones durante la Guerra Civil. La vieja escuela se ha reconvertido en un bar, donde los turistas pueden tomar algo reconfortante.
