El PSOE y Unidas Podemos han rechazado este martes en el Congreso una propuesta de ERC para acometer por ley una subida generalizada de sueldos conforme al IPC, pero los dos socios del Gobierno han puesto de manifiesto sus diferencias sobre cómo abordar la actualización del salario mínimo. Así, ambas formaciones han escenificado sus discrepancias al presentar sendas enmiendas a la iniciativa de ERC, a las que ha tenido acceso Europa Press.
En el caso del PSOE, su propuesta es revisar el SMI conforme al Estatuto de los Trabajadores, teniendo en cuenta las recomendaciones sobre la Carta Social Europea de aumentar este mínimo hasta el 60% del salario medio. Unidas Podemos, por su parte, plantea revisar el SMI en cumplimiento de la Carta Social Europea «y el elevado nivel de inflación para mantener el poder adquisitivo de los que menos cobran».
También se han dividido sobre cómo apremiar al diálogo social, reclamando el PSOE «a cerrar el acuerdo para el empleo y la negociación colectiva para poder alcanzar un pacto de rentas», mientras que Unidas Podemos llama a hacerlo «protegiendo los salarios». Finalmente, mientras que los segundos abogan por subir en 2023 el Iprem, el PSOE limita su propuesta a «continuar dando protección a los colectivos más vulnerables».
En todo caso, ERC ha rechazado tanto una como otra propuesta y ha decidido someter a votación su propia iniciativa, que aboga por revalorizar por ley todo salario, público o privado, por debajo de tres veces el Iprem (3.150 euros mensuales con 14 pagas) y aumentar el Iprem (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), utilizado como referencia para la concesión de ayudas o subvenciones. El texto de ERC será previsiblemente rechazado este jueves en el Pleno del Congreso, pues además del PSOE y Unidas Podemos, también el PP, Vox, Cs, PNV o PDeCAT han avanzado su voto en contra, y sólo EH-Bildu, BNG y Compromís han adelantado su apoyo.
«UN GRITO DE ALERTA», DEFIENDE ERC
Jordi Salvador, de ERC, ha defendido su iniciativa como «un grito de alerta» para «ir más allá de la frialdad de los números». «De lo que hagan para subir los salarios va a depender las condiciones de vida de la gente que más ha sufrido en las últimas décadas», ha clamado.
«La fijación de salarios no corresponde al Gobierno, no se puede hacer por ley», ha replicado María Inmaculada Oria, del PSOE, que ha calificado de «oportunista y demagógica» la propuesta, mientras que Tomás Cabezón (PP) ha invitado a ERC a completar sus propuestas con rebajas fiscales, como la deflactación del IPC o la rebaja del IVA a productos básicos.
«Lo que deja más dinero en los bolsillos de los ciudadanos no es tocar el IRPF y el IVA, sino subir los salarios», ha respaldado Joan Baldoví (Compromís), mientras que Oskar Matute (EH-Bildu) ha pedido mirar a Italia y «pasar del ‘No pasarán’ al ‘No nos van a parar'». «Eso es lo que nos puede hacer poderosos a la izquierda», ha dicho.
Finalmente, tanto Genís Boadella (PDeCAT) como Iñigo Barandiaran (PNV) han mostrado su sorpresa que Salvador, «un sindicalista en vena» –dirigió la UGT en Tarragona– proponga sustituir por decreto el diálogo social. «Sentaría un precedente peligrosísimo», ha dicho Barandiaran, igual que «inaceptable» y «extrañísimo» sería obligar a la subida de sueldo de empleados públicos de otras administraciones.