Ya sea a modo de aperitivo, o para hacer de comida o cena principal, hay recetas que parecen tenerlo todo: son sencillísimas de hacer, están ricas y suelen gustar a todo el mundo. Un buen ejemplo de ello son los huevos rotos con gulas. Si los huevos rotos de toda la vida ya acostumbran a ser todo un acierto en cualquier situación, de la forma que te presentamos a continuación, suponen un éxito garantizado en las reuniones con la familia y los amigos. Y sin tener que pasar mucho tiempo en la cocina. Todo lo contrario, es un plato que se puede apañar en un momento.
Pero a pesar de su sencillez, tiene sus trucos, como expondremos en este artículo, para que queden geniales.
5Ultimando los huevos rotos con gulas
Mientras los huevos se terminan de hacer, uno puede ponerse con el ajo. Simplemente pelándolo y cortándolo en trocitos pequeños. Luego se retira el exceso de aceite de la sartén y se ponen en ella los ajos, hasta que estos comiencen a dorarse. Para ello simplemente son necesarios dos o tres minutos.
Una vez los ajos empiecen a dar la impresión de estar hechos, se le añaden las gulas y se cocinan igualmente unos pocos minutos. Si eres fan del picante, no está de más ponerle una guindilla o dos, dependiendo de la cantidad de gulas y de la tolerancia que se tenga a este.