“Busca, compara, y si encuentras algo mejor… ¡contrátalo!». Con esta sencilla frase de un famoso anuncio de una marca de detergentes, se podrían resumir las fases más importantes en la búsqueda del préstamo perfecto o, tal vez, de cualquier otro producto que se pueda imaginar. En este artículo, los profesionales van a dar las claves para conseguir los mejores préstamos personales.
Por obvio que parezca, la realidad suele demostrar que los mejores consejos no son siempre los más seguidos. Gran cantidad de personas piden un préstamo en su banco y lo cogen sin contrastarlo con otros o aceptan como buena la financiación que les proponen en un concesionario cuando se van a comprar un coche.
Un préstamo personal es un contrato por el cual una persona o entidad, al que se le llama prestamista, concede una cantidad de dinero a otra persona o entidad, al que se le denomina prestatario, con la condición de que dicha cantidad sea devuelta en unos plazos de tiempo determinados y a cambio de unos intereses que se sumarán a la cantidad inicial.
De esta forma, se puede decir que los factores más importantes a la hora de escoger un préstamo serán la cantidad de dinero prestada, los plazos o tiempo de devolución, y los intereses totales que se deberá de pagar.
La cantidad de dinero que se solicita en un préstamo, el plazo de devolución y el TAE que se debe pagar están íntimamente relacionados. Cuando varía uno de los factores suele repercutir en los otros dos. Si se alargan los plazos de devolución, por ejemplo, los intereses a pagar serán más altos, y también variará la cantidad de dinero que se deberá pagar en cada cuota. Dependiendo de cómo se juegue con estos tres factores se verá afectada la capacidad de ahorro o la liquidez. Cuanto antes se quiera pagar un préstamo, menos capacidad de ahorro tendrá la persona y posiblemente, menos liquidez.
Toca, por lo tanto, atender a la segunda obviedad que afecta: hay que sentarse y echar números. Es imprescindible, al contratar un préstamo, sacar la calculadora y realizar los deberes, teniendo en cuenta todas las variables de las que se ha hablado: ingresos, gastos, capacidad de ahorro, liquidez, y variantes varias que hay que sumar.
Es posible que esta sea una cosa sabida, pero, sin embargo, es bastante poco aplicada. La realidad es que las personas terminan echando cuentas por encima, estimaciones a ojo que, en muchos casos, pueden engañarles.
El mercado de préstamos está inundado de entidades, ofertas por doquier y anuncios acompañados a veces por una letra pequeña que hacen desconfiar. Por esta razón, para encontrar préstamos baratos, es de gran ayuda acudir a profesionales o comparadores donde se puede encontrar toda la información que se busca, a un solo click de distancia. Toda la ayuda que se puede encontrar para realizar una búsqueda o comparativa debe ser bienvenida. Internet es un gran aliado para esta tarea.
¿Dónde se pueden encontrar préstamos baratos, que tengan unos intereses bajos y competitivos? No hay una respuesta correcta para esta pregunta. Pero a veces, esto también es un mercado, las ofertas de los bancos no distan mucho de las ofertas de las pescaderías. Hay momentos en los que hay buenas ofertas de un banco y hay que aprovecharlas. Hay momentos que los bancos tienen que captar clientes. Ofertas para préstamos de un producto en concreto (coches eléctricos) u otras veces ofertas para determinados perfiles de personas (para pensionistas o profesionales de un sector). Las razones pueden ser variadas, pero la realidad es que suele haber distintas buenas ofertas que suelen salir de vez en cuando y que hay que saber identificar.
En todo caso, lo mejor es siempre ir a lo más sencillo. Sumergirse entre toda la oferta de préstamos existentes, saber el tipo de préstamo que queremos y encontrar uno que se adapte a las necesidades. Y, como decían en aquel famoso anuncio, “busca, compara, y si encuentras algo mejor… ¡contrátalo!»