Llegan los días fríos y con las brisas otoñales y el invierno apareciendo en la distancia cada vez más próxima, las rosquillas de limón salen del recetario de las abuelas para disfrutarse acompañadas de un buen café.
Estas rosquillas de limón resultan sencillamente deliciosas y lo mejor de todo: muy fáciles de hacer. Así que si se te antojan unas meriendas dulces, de esas que nunca pasan desapercibidas, anímate a prepararlas y verás como despiertas sonrisas y suspiros entre tus invitados.
7Cómo darle forma a las rosquillas de limón
Una vez que tengas la masa de las rosquillas de limón con la consistencia perfecta, ten a la mano un poco de aceite para engrasar tus manos y ayudarte a darles forma y pon también cerca la bandeja de horno previamente preparada con el papel vegetal.
Toma pequeñas porciones de la masa y estira formando bastones de unos 10 cm. Une los extremos y tendrás moldeada la rosquilla. A medida que las vayas haciendo, colócalas sobre la bandeja, dejando un poco de espacio entre ellas, ya que crecerán un poco al momento de hornearse.