Llegan los días fríos y con las brisas otoñales y el invierno apareciendo en la distancia cada vez más próxima, las rosquillas de limón salen del recetario de las abuelas para disfrutarse acompañadas de un buen café.
Estas rosquillas de limón resultan sencillamente deliciosas y lo mejor de todo: muy fáciles de hacer. Así que si se te antojan unas meriendas dulces, de esas que nunca pasan desapercibidas, anímate a prepararlas y verás como despiertas sonrisas y suspiros entre tus invitados.
5Cómo añadir los ingredientes secos para tener lista la masa de las rosquillas de limón
A medida que vaya batiendo enérgicamente los ingredientes húmedos, verifica el momento justo en el que ya no se perciban los granitos de azúcar común. Solo cuando no percibas el azúcar entre tus dedos, podrás añadir los ingredientes secos.
Reúne en un bol la harina, polvo de hornear y sal y mezcla bien los tres ingredientes. Cuando en el bol con los ingredientes húmedos, ya no se sienta el azúcar, tamiza los ingredientes secos sobre este y mezcla muy bien todos los ingredientes. Trabaja la masa hasta que tengas una masa húmeda que se despega de las paredes del bol.