Llegan los días fríos y con las brisas otoñales y el invierno apareciendo en la distancia cada vez más próxima, las rosquillas de limón salen del recetario de las abuelas para disfrutarse acompañadas de un buen café.
Estas rosquillas de limón resultan sencillamente deliciosas y lo mejor de todo: muy fáciles de hacer. Así que si se te antojan unas meriendas dulces, de esas que nunca pasan desapercibidas, anímate a prepararlas y verás como despiertas sonrisas y suspiros entre tus invitados.
3Cómo obtener la piel de limón para dar un sabor de escándalo a estas rosquillas de limón
Luego de encender el horno y tener lista la bandeja, lava muy bien el limón para obtener la ralladura de este cítrico. Es necesario que lo laves muy bien, así retiras cualquier producto químico que pueda haber en su superficie.
Cuando tengas el limón bien lavado, sécalo perfectamente y rállalo pasándolo por la parte más fina del rallador. Cuando lo hagas, evita llegar a la membrana blanca, ya que esta amarga significativamente la masa.
