Llegan los días fríos y con las brisas otoñales y el invierno apareciendo en la distancia cada vez más próxima, las rosquillas de limón salen del recetario de las abuelas para disfrutarse acompañadas de un buen café.
Estas rosquillas de limón resultan sencillamente deliciosas y lo mejor de todo: muy fáciles de hacer. Así que si se te antojan unas meriendas dulces, de esas que nunca pasan desapercibidas, anímate a prepararlas y verás como despiertas sonrisas y suspiros entre tus invitados.
2Comienza calentando el horno
Las rosquillas de limón se preparan en el horno; y es por esta razón que son tan famosas en esta época del año, momento en el cual, las brisas frías hacen del horneado una experiencia inolvidable. Antes de preparar la masa, enciende el horno a 175 °C para que vaya tomando temperatura.
Aprovecha también de preparar la bandeja en la que las vas a hornear cubriéndola con papel vegetal para que sea más fácil desmoldarlas y organiza también todos los ingredientes. Esto es imprescindible para optimizar lo mejor que puedas el tiempo en la cocina.
