La cantante barbadense Rihanna actuará en el descanso de la próxima edición de la Super Bowl, que tendrá lugar el 12 de febrero de 2023 en el State Farm Stadium de Glendale (Arizona, Estados Unidos), lo que supone el regreso a la música de la galardonada artista después de seis años.
Una fotografía de la mano de Rihanna sujetando un balón de fútbol americano, publicada por la propia artista en su perfil de Instagram, ha confirmado su presencia en el espectáculo. La noticia llega solo un par de días después de TMZ anunciase que Taylor Swift había rechazado su actuación en el evento, argumentando que está centrada en la regrabación de su antiguo catálogo.
Lo que todavía se desconoce, sin embargo, es si Rihanna actuará sola o estará acompañada de otro artista, como ha ocurrido en las últimas ediciones de la Super Bowl. El descaso del partido final de la NFL estuvo el año pasado comandado por el ‘show’ de los raperos ‘old school’ Dr. Dre, Snoop Dog, Eminem, Mary J. Blige y Kendrick Lamar. Hace dos, por la actuación de Shakira y Jennifer López.
Rihanna lleva alejada de la industria musical desde 2016, cuando lanzó su último disco, Anti. Decidió centrarse entonces en otros proyectos, como su propia marca de cosméticos, Fenty Beauty, lo que le llevó a convertirse en la multimillonaria más joven de Estados Unidos según Forbes. Sin embargo, la artista de Barbados de 34 años fue vista hace apenas unos días en un estudio de grabación de Los Ángeles, y los rumores sobre su regreso a la música no han cesado desde entonces.
Con su presencia en la próxima edición de la Super Bowl, Rihanna se une a una ilustre lista que cuenta con nombres que van desde U2, Paul McCartney o los Rolling Stones hasta Justin Timberlake, The Weekend o Lady Gaga. Por primera vez desde hace muchos años, además, Apple sustituirá a Pepsi como patrocinador principal del evento.