Los callos son de los platos más populares en la gastronomía española y estos están compuestos por el estómago de la vaca, tripas del cerdo y otras partes de casquería. Tal como sucede con muchos platos del recetario tradicional, los callos son preparados de diferente manera según la región en la que te encuentres.
Los callos más populares, son definitivamente los madrileños y los gallegos, o como se les conoce tradicionalmente: callos a la madrileña y callos a la gallega. Pero, ¿cuál es la diferencia entre ellos? Y, ¿cuál está mejor?. Quédate a descubrirlo.
6Así se comienza su preparación
La preparación de los callos a la gallega comienza desde el día anterior, coloca los callos en remojo con un poco de limón y llévalos a la nevera. Toma los garbanzos, colócalos en un bol y cúbrelos con suficiente agua templada. Déjalos del reposo hasta el día siguiente.
Llegado el día de la preparación, escurre muy bien los callos, pícalos del tamaño de tu gusto y colócalos en una olla. Enjuaga muy bien los trozos de pata de ternera, añádelos a la olla, cubre ambos ingredientes completamente con agua y lleva la olla al fuego durante 40 minutos.