Recetas de albóndigas hay muchísimas, pero como las albóndigas suecas ninguna; o al menos eso suelen decir quienes las han probado alguna vez. Estas se caracterizan por ser de sabor muy potente y tener una cremosidad al morder que las convierte en todo un acierto a la hora de comer.
Gracias a que tienen una importante cantidad de especias, las albóndigas suecas se caracterizan por ser aromáticas y combinar de manera magnífica con guarniciones sencillas y da sabor neutro e incluso algo dulce. Si quieres deleitar a todos con una receta diferente y un sabor exquisito, quédate a conocer cómo prepararlas.
4Cómo darles forma
Al tener la masa de las albóndigas suecas lista con todos los ingredientes bien mezclados, es momento de darle forma a las albóndigas. Puedes escoger hacerlas del tamaño que prefieras, pero debes tener en cuenta que según el tamaño que les des, será la cantidad que obtendrás.
Si decides hacerlas pequeñas, con estas proporciones de ingredientes, obtendrás unas 20, mientras que, si las haces más grandecitas, tendrás unas 12 aproximadamente. Para darles forma, puedes ayudarte con un par de cucharas o con tus propias manos muy bien lavadas. A medida que las hagas, ponlas sobre un plato.