Unos divinos sanjacobos de calabacín reúnen de manera deliciosa el mejor de los sabores, con lo mejor de la nutrición. Tradicionales como muchos otros platos, los sanjacobos o San Jacobo, forman parte de esas recetas típicas que han ayudado a desarrollarse y crecer a varias generaciones.
La propuesta de hoy va de la mano con los ingredientes más tradicionales y uno que le dará un plus que a todos les encantará. Así que ve al huerto, búscate los mejores calabacines y prepárate para disfrutar de todo su sabor con esta deliciosa receta.
9Así se fríen los Sanjacobos
Apenas los tengas armados y rebozados, debes freír los Sanjacobos. Pon en una sartén una cantidad generosa de aceite de oliva virgen extra y llévalos a freír cuando el aceite esté caliente.
Para hacerlo, colócalos por pequeñas tandas, de manera tal que la temperatura del aceite se conserve alta y lograr que se cocinen de manera pareja. El procedimiento a seguir es muy parecido al que se sigue para tener unas croquetas perfectas.
Evita moverlos muchos dentro de la sartén. Precisamente por esto es que debes usar una buena cantidad de aceite, ya que si los mueves mucho, se pueden abrir. Al retirarlos, ponlos sobre papel absorbente y degústalos bien calientes para disfrutar al máximo del queso fundido y delicioso.