El valle de lágrimas de Rafa Nadal durante la despedida de Roger Federer no solamente es un golpe fuerte para su carrera porque crecieron juntos tratando de ser uno mejor que el otro -y buscando derrumbarse en las finales y así ganar los títulos-, sino porque el manacorí también sabe que ese momento por el que acaba de pasar su amigo y rival es un reflejo de lo que pasará con él próximamente. Cada día está más cerca el retiro de La Fiera y es algo que muchos fan prevén, tal cual acaba de ocurrir con el adiós de Su Majestad, tras un año de ausencia y sumergido en las lesiones.
7Juntos hasta el final
Como si de una ruptura amorosa se tratase, Rafa Nadal pudo despedirse a lo grande de Roger Federer. La foto para el recuerdo es la de los dos rivales tomados de la mano, sentados y llorando desconsoladamente.
Es algo que no se ve en otros deportes. Pero el tenis se jacta de ver a semejantes estrellas que son modelos a seguir para la nueva generación de tenistas que están creciendo en la ATP.
Ahora bien, Roger inició este sábado como un coach más, aupando a su equipo y dejándole el testigo en la cancha a un Mateo Berrettini. El italiano brilló en su compromiso individual ante Félix Auger-Aliassime y en el dobles haciendo pareja con Novak Djokovic.