Una leche frita perfecta es posible y con este secreto que desveló Arguiñano, te quedará cremosa y a la vez firme; con una consistencia que será irresistible y que hará que se derrita en tu boca. Si bien, los ingredientes son de los más tradicionales; un simple cambio marca grandes diferencias.
Prepárate a disfrutar de todo el sabor y textura de este cremoso y rico postre tradicional, el cual te quedará siempre perfecto.
6Prepara un molde con las dimensiones correctas
La leche frita no debe quedar excesivamente gruesa; por lo tanto, es necesario que utilices un molde en el que puedas extenderla y dejarla con un grosor de un centímetro y medio, máximo dos.
Con un pincel de cocina, unta el fondo del molde con un poco de aceite hasta cubrirlo completamente; de este modo, desmoldar la leche será sumamente sencillo.
Vierte la mezcla de leche, la cual ya debe estar espesa y extiéndela muy bien en todo el molde. Espera que se temple y cubre con un trozo de papel film. Lleva la mezcla a la nevera y déjala reposar por un tiempo mínimo de 2 horas o mejor aún, durante toda la noche.