La final del Eurobasket que se saldó con victoria de España le otorgó a Telecinco casi un 30% de audiencia con más de 3,7 millones de espectadores. Una cifra que hasta hace no demasiado tiempo rondaba con frecuencia, pero que ahora es un mero espejismo dentro de la nueva realidad de la cadena de Mediaset. Anclada en el pasado, los formatos que le llevaron a la cima ahora naufragan ante la competencia de Antena 3, que el pasado mes de agosto lideró por décimo mes consecutivo.
Parte de ese tiempo exitoso de Telecinco radicaba en Sálvame y los realities. La cadena de Mediaset montó un entramado perfecto: fabricaba en programas menores (Mujeres y Hombres y Viceversa) nuevos famosos a los que después buscaban cobijo en Gran Hermano, Supervivientes o hasta La isla de las tentaciones. Mientras, con un solo reality lograban nutrir de contenido toda la franja horaria de la tarde. El problema es que la audiencia se ha cansado.
Los anónimos no interesan y los famosos de ‘segunda’, ahora parece que tampoco. Tras el adiós de Gran Hermano han llegado nuevos formatos que no han cuajado como La casa fuerte o ahora Pesadilla en el paraíso. Esto, aunado a la competencia de las plataformas digitales, ha propiciado una severa caída. Pero lo más preocupante para la cadena es que no tienen un ‘plan B’, tal y como ha quedado latente en los últimos meses.
Pasapalabra y El Hormiguero han provocado la desesperación de Mediaset. ‘Ya son las ocho’, dirigido por Sonsoles Ónega (que se ha marchado recientemente a Antena 3), y distintos formatos de Sálvame que han acabado siempre en fracaso. Hasta con las series turcas ha estado aciaga Telecinco, cuya apuesta por Love is in the air salió mal, mientras Antena 3 ha encontrado en ese nicho su mejor baza.
Antena 3 sumó en agosto su décimo liderazgo consecutivo. El pasado mes de junio cerró como líder de temporada por primera vez en la historia. Los números hablan por sí solos y la tendencia no parece cambiar: el lunes El Hormiguero alcanzó máximo de temporada con casi un 20% y más de 2,5 millones de espectadores. En Mediaset están decididos a mantener su apuesta por Sálvame, a pesar de que los nuevos colaboradores en redes sociales no generan precisamente agrado. La cadena se resiste a cambiar un modelo que parece abocado al abismo.
La Isla de las tentaciones, la última bala
Mediaset no puede guardar más sus cartas. Tras el fracaso de Pesadilla en el paraíso, ha adelantado La isla de las tentaciones, que previsiblemente ocupará tres franjas de la noche a la semana, con la previa, la gala y el habitual debate con las hogueras de confrontación. Este reality que probó en Cuatro hace unos años ha sido una de sus alegrías y será el barómetro para saber si lo que fallan son las ideas y la ejecución o el modelo en sí mismo.
La verdad es que, tras la sorpresa de las primeras ediciones, los cambios que han introducido no han sido suficientes para convencer a la audiencia. Tras alcanzar el máximo pico en la tercera edición (26,3%), la última temporada cerro con un 16% de media, muy por debajo. Telecinco juega su última baza con el temor al fracaso.
Entre tanto, el éxodo de rostros potentes no ayuda. La repentina marcha de Sonsoles Ónega pilló por sorpresa a Mediaset. Y según apunta COTILLEO, a su baja podría sumarse la de Jorge Javier Vázquez. Fuentes cercanas al citado diario afirman que el PSOE podría estar en pleno y directo contacto con el presentador de cara a una futura candidatura en Madrid. Una situación que no hace más que complicar el incierto futuro de una cadena que vive sus horas más bajas.