Javier Navarro, CEO de la consultora Wizdolphin, especializada en valoración y compraventa de todo tipo de empresas (M&A), nos cuenta, a través de la historia del señor Tomás, la problemática con la que se encuentran infinidad de empresarios, principalmente de Pymes, cuando les llega la hora de jubilarse. El problema consiste básicamente en que no cuentan con nadie de confianza a quien dejarle la empresa. Como nos explica Javier en este artículo, en estos casos la solución más adecuada suele ser la de vender la empresa a un inversor. Se incluyen, además, las características ideales que tienen las empresas más solicitadas por los inversores, lo primero que debería hacer un empresario que esté pensando en vender su empresa y, finalmente, los motivos por los que el empresario debería confiar en los asesores de Wizdolphin para que le asesoren durante todo el proceso de venta.
Tomás, ejemplo de empresario sin relevo generacional: ¿qué hacer?
Tomás empezó de la nada y hoy en día es propietario de una de las pymes más importantes de su sector a nivel provincial. Hace unos 40 años contaba con poco, formación básica, unos pocos años de experiencia ejerciendo la profesión por cuenta ajena y unos escasos ahorros. Sin embargo, le sobraban ganas de trabajar, de aprender, de mejorar y de arriesgar. Ambicionaba labrarse, con su esfuerzo, un futuro mejor para él y para los suyos.
Parece mentira, en un abrir y cerrar de ojos ya han pasado 40 años. ¡Qué rápido pasa el tiempo! Han sido años de muchos sacrificios, sobre todo al principio, de muchas horas trabajadas, de muchas horas de desvelo pensando en las nóminas a pagar a final de mes, en las cuotas del banco, en las exigencias de los clientes, en los repentinos cambios normativos, en las crisis económicas, y en un sinfín de cosas más.
Llegados a este punto, Tomás se siente, por un lado, satisfecho y muy orgulloso por el deber cumplido, por los éxitos cosechados, por el respeto y el afecto que le tienen sus trabajadores, clientes y proveedores, por el prestigio que goza la empresa dentro del sector, etc. pero, por otro lado, no puede evitar sentirse cansado, los años pesan, la salud ya no es la que era, le gustaría disponer de más tiempo para estar con la familia, para practicar deporte los domingos, jugar al mus con sus amigos, y para otras actividades que durante tantos años no ha podido realizar.
Tomás necesita jubilarse. Le apetece mucho. Le corresponde por edad y por méritos, según le dicen sus familiares y amigos. Pero lamentablemente no cuenta con relevo generacional dentro de su entorno de confianza. Sus hijos se fueron a grandes capitales a estudiar y cada uno ha desarrollado su propia carrera profesional fuera de la empresa y del sector. En estos casos, la mejor opción es la venta de la empresa a un inversor, que aproveche todo el valor generado por el propietario y le dé un nuevo impulso.
Si usted está en la misma situación que Tomás, tenga en cuenta que en Wizdolphin somos asesores especializados en valoración y compraventa de todo tipo de empresas, de cualquier tamaño y sector, habiendo realizado numerosas operaciones de venta de empresas por el motivo principal de la jubilación o prejubilación del socio propietario. Además, contamos con una extensa cartera de clientes inversores que buscan invertir en empresas interesantes y rentables que se vendan por este motivo. Y finalmente, también ofrecemos a nuestros clientes servicios de consultoría estratégica y de sostenibilidad.
Características de las empresas más solicitadas por los inversores
Gracias a este artículo, Tomás ya sabe que las empresas que se venden por jubilación suelen estar muy solicitadas por los inversores. Pero además de esto, Tomás se pregunta qué otras características deben reunir las empresas que son ideales para los inversores y, por ende, por las que estarían dispuestos a pagar un precio más alto. A continuación, les resumimos dichas características ideales:
- Que la empresa posea una extensa y exitosa trayectoria dentro del sector en el que opera.
- Que cree valor, es decir, que produzca unos beneficios netos constantes o con una tendencia ascendente en los últimos años. Si la empresa genera valor, pero la tendencia es menguante en los últimos años, será un punto negativo importante a tener en cuenta por el inversor.
- Que opere dentro de un sector en expansión como, por ejemplo, sector servicios, tecnológico, agroalimentario, logístico, sanitario, farmacéutico, energías renovables, atención a personas mayores, educación, consultoría, etc.
- Que base su estrategia competitiva en la posesión de factores diferenciales propios en cuanto a modelo de negocio, productos, servicios, know-how, tecnología, patentes, marcas, experiencias de cliente, nivel del servicio de atención al cliente, etc. Factores diferenciales que le aporten una ventaja competitiva en relación a sus competidores.
- Que cuente con una cartera de clientes muy fidelizada, clientes con los que deberían predominar los contratos de larga duración, que aporten un volumen de negocio mínimo y estabilidad a la empresa.
- Que la empresa opere dentro de algún nicho de mercado en el que el nivel de competencia sea significativamente menor (nicho de zona geográfica, por segmentación de clientes, etc.)
- Que sus trabajadores sean también una fuente de generación de valor para la empresa y sus clientes, gracias a su dilatada experiencia, buena formación, fidelidad y compromiso, y que cuente con un nivel de rotación del personal bajo.
¿Qué es lo primero que debería hacer Tomás si piensa en vender?
Si Tomás piensa en vender su empresa por jubilación, lo primero que debería hacer es ponerse en manos de un asesor experimentado en este tipo de operaciones, como los de Wizdolphin, para que le valore su empresa o, al menos, que le aporte una orientación sobre el valor aproximado que podría tener su empresa en el mercado. Esto es de vital importancia porque los empresarios que toman la decisión de vender su empresa basados en su propia intuición sobre su valor, valor totalmente subjetivo y la mayoría de las veces ampliamente sobrevalorado, están abonados casi con total seguridad al fracaso de la operación y a la pérdida de su tiempo, esfuerzo y de potenciales inversores solventes.
Tomás debería saber que con Wizautovalue, nuestra calculadora de valoración de empresas, podrá adquirir una orientación del valor de su empresa de una forma rápida, fácil y muy económica.
Una vez que Tomás tome la decisión de vender y nos contrate, deberemos realizar la valoración propiamente dicha de la empresa, trabajo arduo que nos puede llevar de 2 a 4 semanas realizarlo, dependiendo de la rapidez con la que Tomás nos envíe una copia de la documentación contable financiera de la empresa de los últimos años.
Pero se pregunta Tomás, ¿por qué es tan importante realizar la valoración de la empresa? Es muy sencillo, porque debemos ser capaces de justificarle al inversor el precio que se pide por ella.
Para la información de Tomás, una valoración de empresa aporta, además del rango de valor que debería tener en el mercado, otros factores igualmente fundamentales para el éxito de la operación de compraventa:
- Conocimiento de la situación real de la empresa, principalmente a nivel contable financiero, y de su modelo de negocio.
- Detección de posibles contingencias que pueda tener la empresa a nivel contable, financiero, fiscal, laboral, contractual, mercantil, etc., y que aconseje la pausa del proceso de venta hasta que sean solucionadas.
- Aumento considerable de la rapidez y efectividad del proceso de venta de la empresa. Gracias a la valoración, podemos conseguir una óptima referencia en valor que nos ayude a evitar las dilaciones en este proceso que generan los precios de venta demasiado elevados.
- Transmisión a los inversores de una imagen de seriedad, profesionalidad y solvencia de la operación y de la parte vendedora.
¿Por qué Tomás debería depositar su confianza en Wizdolphin?
Tomás debería confiar en los asesores de Wizdolphin por, entre otros, los siguientes motivos:
- Porque somos muy selectivos con las empresas que captamos para vender. Si la empresa de Tomás fuera poco interesante y/o poco rentable, o la pretendiera vender a un precio desorbitado, no nos comprometeríamos con Tomás para intentar su venta.
- Porque somos totalmente transparentes. Si la empresa de Tomás va a costar mucho venderla porque, según nuestra experiencia, parece poco interesante para los inversores, o sus expectativas de precio de venta son demasiado altas, se lo diremos francamente.
- Porque le orientamos al cliente en el rango de valor aproximado que puede tener su empresa antes de que nos contrate, para que Tomás no tome la decisión de vender basándose en intuiciones totalmente subjetivas e inciertas.
- Porque contamos con una amplia cartera de clientes inversores que buscan invertir en la compra de empresas interesantes y rentables, como la de Tomás, que se vendan por jubilación.
- Porque le garantizamos a Tomás total discreción en relación al proceso de venta de su empresa. Nadie que no sea autorizado por Tomás sabrá que su empresa está a la venta. Esto incluye principalmente a sus trabajadores, clientes, proveedores, competidores, etc.