En España hay muchos pequeños pueblos que han quedado vacíos debido a la migración hacia las grandes ciudades. Algunos, resisten con una decena de habitantes y otros forman parte de programas de repoblación con los que los gobiernos pretenden recuperar zonas rurales y promover el traslado desde la ciudad estos pueblos. El problema es que estos proyectos tienen unos requisitos muy específicos, y no son demasiado accesibles para muchos perfiles de la población, así que la previsión es que el número de pueblos fantasma siga aumentando en los próximos años.
2ESCÓ, EN ZARAGOZA
Se encuentra en las proximidades del pantano de Yesa, en Zaragoza, concretamente en la comarca de la Jacetania. Escó fue un pueblo habituado hasta que el gobierno de Aragón lo expropió al completo en los años sesenta para construir un embalse. Los habitantes del pueblo tuvieron que abandonarlo y trasladarse a vivir a los municipios cercanos. Todavía se conservan los restos de la iglesia románica de San Miguel y la ermita de Nuestra Señora de las Viñas. El pueblo ha sido catalogado como Conjunto Histórico-Artístico por su belleza arquitectónica. Además, está en pleno Camino de Santiago. Actualmente, se está trabajando para volver a llenarlo de vida.