Cuando se escucha la palabra inflación, económicamente eso quiere decir que de forma generalizada los precios de los bienes y de los servicios se inflaron, esto es, se incrementaron, de allí que se le denomine de esa manera.
La forma en que la misma se puede calcular varia, de acuerdo al dato que queramos determinar, porque, por ejemplo, si queremos saber cuánto han subido las cosas en un mes, se puede determinar de forma mensual, pero si lo que realmente queremos saber es cómo ha estado la economía en un ejercicio fiscal, entonces hablamos de una tasa inflacionaria anual.
¿Qué significa el término inflación?
En economía, este es el término empleado para referirse a un estado en que se encuentran las finanzas de un país cuando se incrementan de manera sostenida los costos de los bienes y servicios que son necesarios para la subsistencia de sus habitantes. Esto es, por decirlo en palabras sencillas, cuando aumentan los precios.
¿Qué efectos produce la inflación?
Para que nos dé más tristeza, este fenómeno económico hace que nuestro dinero tenga menor valor. Ello, porque debido a la tasa inflacionaria, con la misma cantidad de dinero podremos comprar menos bienes o adquirir menos servicios, y a eso se le da el nombre de pérdida del poder adquisitivo.
Para ponerlo con un ejemplo, si durante diez años percibes el mismo salario, pero la economía ha tenido un índice inflacionario sostenido del 5% al año, al cabo de esos diez años, tu salario habrá perdido el 50% de su poder adquisitivo. Y si el índice inflacionario anual es mayor, entonces ello podría significar que en poco tiempo tu dinero no tendrá ningún valor si no se imponen medidas correctivas para impedirlo, como por ejemplo, hacer inversiones.
Existe toda una cantidad de estrategias de las que se puede echar mano para impedir que este fenómeno económico acabe con el poder adquisitivo de nuestro dinero, pero para eso necesitaremos de los consejos de personas que se encuentren especializadas en el área de las finanzas y las inversiones, a las que debemos recurrir sin dudarlo, si estamos enfrentando una economía con altas tasas de inflación y no queremos que nuestro dinero se vuelva sal y agua.
¿Es importante conocer lo que significa la inflación?
Entonces podría pensarse que la mejor medida es que las políticas macroeconómicas del gobierno acaben con este fenómino, pero resulta que eso puede traer más problemas que beneficios, porque sin la misma, lo que puede ocurrir es que los precios de los bienes y servicios bajen, lo que se conoce como deflación, lo que también es un gran dolor de cabeza para los encargados de las finanzas de los países.
Y es que el hecho de que los precios bajen no es bueno, por muy maravilloso que ello le pueda parecer a nuestro bolsillo, porque eso desincentiva a la economía y a los procesos productivos, produciéndose un estancamiento de la economía en general. Piénsalo un poco, ninguna empresa va a producir teniendo pérdidas, ya que los precios de los productos van a bajar, de modo que lo que harán será despedir a sus trabajadores y cerrarán las puertas, de modo que el último que salga apague la luz.
¿Entonces qué es lo más razonable?
De acuerdo a los estudiosos en macroeconomía, que son los que más saben de este fenómeno económico y de las políticas monetarias que deben implementar los Bancos Centrales, lo ideal es tener inflación, pero a una tasa anual que no supere el 2% o el 3% anual, y en esa materia ya España tiene un suspenso.
De hecho, el objetivo primordial que persigue el Banco Central Europeo es lograr una estabilidad en los precios, logrando que se mantenga una tasa inflacionaria de un 2% al año.
¿Cómo influye en eso en los precios?
Los precios tienen la función de hacer que los consumidores indiquen cual es la cantidad de bienes o servicios que desean adquirir, de acuerdo con el precio que los mismos posean en un mercado, y ello le permitirá a los fabricantes, industriales y prestadores de servicios, establecer cuántos de esos bienes o servicios quieren vender en el mercado y a qué precio pueden hacerlo.
El establecimiento de los precios de manera adecuada hace que los recursos sean distribuidos de forma eficiente, para que se pueda lograr un equilibrio de mercado, sin embargo, lo que ocurre comúnmente es que los precios suben, produciendo el fenómeno inflacionario.
¿Qué consecuencias tiene la inflación?
Realmente, cuando hablamos de inflaciones a niveles mayores a los aconsejables, estaremos entrando en una especie de círculo vicioso, porque el incremento de los precios de los bienes y los servicios justificará un incremento en el salario que obtienen los trabajadores, y ello va a provocar un nuevo incremento en los precios, que requerirá de un nuevo ajuste salarial y así sucesivamente. Aunque eso es lo que hace que el poder adquisitivo de tu sueldo se mantenga.
¿Cuáles son las causas por las que se presenta la inflación?
Eso está muy definido en macroeconomía, y las causas de la misma son 4:
- Incremento en la demanda, lo que significa que hay una mayor cantidad de dinero circulando entre la población.
- Aumento de costes en las materias primas para la elaboración de productos o la prestación de un servicio.
- Por causa de expectativas propias.
- Por incremento de la oferta monetaria, esto es, mayor colocación de dinero en la calle.
¿Cuántos tipos de inflación existen?
En realidad son varios, van a depender del nivel en el que se incrementen los precios, y los explicaremos a continuación:
- Deflación: que es lo mismo que decir un fenónemo inflacionario de signo negativo, porque caen los precios de los productos o servicios.
- Inflación de tipo moderado: es aquella cuya tasa anual no llega al 10% al año.
- Inflación galopante: la que se produce cuando el índice inflacionario es desmedido, esto es, que puede sobrepasar los dos y hasta los tres dígitos anuales.
- Hiperinflación: es la que produce las grandes crisis de las economías, porque los precios pueden superar su valor en un 1000 al año.
Lo que podemos concluir al conocer más sobre la inflación es que se parece a las medicinas amargas, saben mal pero las necesitamos para estar bien de salud, siempre que su nivel sea moderado, y si llegamos al 2% del que habla el Banco Central Europeo mucho mejor, pero ello sólo es posible con políticas económicas coherentes, un control moderado del mercado por parte del Estado, y una serie de incentivos fiscales que animen a la industria a seguir produciendo.