Los letrados de la familia de Déborah Fernández Cervera, la joven viguesa que apareció muerta en una cuneta de O Rosal en 2002, ha pedido a la jueza la retirada del actual equipo investigador de la causa. En un escrito presentado la semana pasada, los abogados indicaron que el actual equipo policial encargado desde hace más de 20 años de la investigación de la desaparición y muerte de Déborah, en colaboración con la Comisaría de Vigo, no puede seguir «ni un segundo más» interviniendo en este procedimiento.
«El hallazgo del legajo reciente no es más que otra negligencia de ese equipo policial, la más grave junto a la de no haber puesto a disposición del juzgado el disco duro del ordenador de Déborah hasta 2019, cuando lo tenían en sus dependencias desde 2006. Disco duro del que ya consta en este juzgado lo que ha pasado con el mismo», han lamentado los abogados en una nota enviada a los medios de comunicación, en referencia a que este sistema de almacenamiento habría sido supuestamente manipulado en dependencias policiales.
Asimismo, los abogados de la familia han mostrado su «incredulidad», después de que el que fue hasta hace días inspector que dirigió la investigación apareciese en un programa de televisión asegurando que el equipo policial «ya sabía de la existencia del móvil».
«Más lo cierto es que el atestado de 2019 se refería a una inspección visual del mismo, pero se señalaba que el móvil nunca había sido recogido por la policía para su análisis. De ahí que se haya solicitado que aclaren esta contradicción tan evidente», han lamentado.
El escrito de los abogados termina señalando que «ya es tarde» y que «poco o quizá nada» queda por hacer, pero reitera la exigencia de que el equipo investigador sea retirado del caso y que lo que quede por hacer se encomiende a la Guardia Civil. Todo ello después de que la semana pasada apareciese en dependencias policiales en Madrid documentos sobre el caso Déborah desconocidos hasta la fecha y un móvil que podría ser de la víctima.
En estos momentos, el juzgado se encuentra a la espera de recibir un informe de la Guardia Civil acerca del disco duro del ordenador de Déborah Fernández, un informe que fue solicitado después de que peritos de Lazarus Technology confirmasen que dicho disco duro fue manipulado en algún momento después de su entrega a la Policía. Se da la circunstancia de que los expertos de la Guardia Civil ya se pronunciaron sobre ese dispositivo, para señalar la imposibilidad de extraer información del mismo.
Paralelamente, la familia está pendiente de lo que resuelva la sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra sobre el recurso de apelación que presentaron, ante la negativa de la jueza instructora a tramitar la causa por la ley de tribunal de jurado.