El ajedrez ha sido un juego popular durante siglos. Es mucho más que un juego de estrategia, agilidad mental y planificación. También es una excelente herramienta para mejorar las habilidades cognitivas como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la creatividad. En este artículo explicaremos las ventajas del ajedrez en los niños y por qué debería ser considerado como una herramienta educativa en las escuela, si bien hay algunas que ya lo incorporan dentro de sus actividades.
Las ventajas y beneficios del ajedrez en niños
Los niños que juegan al ajedrez tienen mejores habilidades sociales, habilidades para resolver problemas e inteligencia espacial. El ajedrez es un juego que puede ser jugado por cualquier persona a cualquier edad. No es solo un juego de estrategia sino también un juego de lógica y toma de decisiones. Enseña a los niños a pensar en el futuro, planificar sus movimientos cuidadosamente y pensar en todos los resultados posibles.
Se ha demostrado que el ajedrez tiene muchos beneficios más allá del entretenimiento. Es más probable que los niños tengan éxito en el colegio, porque son mejores y más capaces a la hora de resolver problemas y, además, tienen buenas habilidades sociales. Por eso, la Academia de Ajedrez de Alto Rendimiento Alberto Chueca ofrece unas últimas 10 plazas para que nuevos niños se incorporen en septiembre a aprender y mejorar en ajedrez. El ajedrez está creciendo debido a los numerosos beneficios de este deporte y ventajas que aporta a los niños. El chess coach, adaptado a las edades de los niños, posibilita la práctica de esta disciplina y hace que se adquieran numerosas habilidades.
El ajedrez enseña a los niños a pensar estratégicamente y planificar con anticipación. También les enseña a ser pacientes y a tener autocontrol, ya que requiere que los jugadores piensen en su próximo movimiento antes de hacerlo. El ajedrez puede ayudar en la comprensión de lectura, las habilidades matemáticas, la memoria, la concentración, la conciencia espacial y la creatividad. También mejora las habilidades sociales porque los jugadores necesitan interactuar con otros mientras juegan. Jugar al ajedrez puede ayudar a los niños a desarrollar confianza y autoestima, lo que supone un importante estímulo. Es un juego que requiere estrategia e inteligencia para jugar.
Cuando un niño tiene el hábito de jugar al ajedrez es una disciplina que le agrada, podemos decir que estamos sembrando las bases para poder aumentar todas sus capacidades. En el ajedrez permite además aprender a estudiar al contrincante, lo que supone también el desarrollo de ciertas habilidades de tipo psicológico. Es decir, cómo se comporta ese rival ante una jugada que hayamos realizado, además de cómo es capaz de gestionar y la respuesta que le proporciona el adversario.
Puede decirse que el ajedrez es una de las disciplinas más completas que existen.
El ajedrez es un juego en el que no puedes estar en tu zona de confort y jugar sin preocupaciones, al menos cuando se alcanza un nivel. Es un juego en el que debes estar alerta y consciente de lo que está haciendo tu oponente, lo que significa que también debes poner en marcha todos tus conocimientos de psicología.
La psicología del ajedrez se puede dividir en tres partes:
- Motivación: ¿cómo afecta al estado de ánimo del jugador?
- Estrategia: ¿cómo afecta a las decisiones del jugador?
- Táctica: ¿cómo afecta a los movimientos del jugador ?
Si todo esto se va desarrollando desde edades bien tempranas, se están sentando las bases para proporcionar a los niños unas herramientas que son muy válidas para el futuro. Sin que el alumno se vaya dando cuenta, va adquiriendo todas las habilidades necesarias que, una vez que llegue a la edad adulta, ya va a tener plenamente fijadas. Y todo desde el aspecto lúdico que tiene el ajedrez, una disciplina milenaria que no deja de causar sensación. Además, en el ajedrez se hace uso de unos lenguajes universales, el del pensamiento, la paciencia y la estrategia. Ahora es el momento de comenzar a dar los pasos para inculcar el noble espíritu del ajedrez. Comenzar el curso practicándolo supone un estímulo para cualquier niño y que le va a proporcionar una serie de habilidades muy provechosas para el día de mañana.