El pollo al ajillo es uno de los tantos platos típicos españoles que hacen agua la boca apenas de verlo. La carne de esta ave luce perfecta, aromática y con un sabor y jugosidad inigualable y es además un plato económico y fácil de hacer.
Este plato es tan sencillo que siempre sale bien, incluso a los que no tienen mucha experiencia en la cocina. Así que anímate a prepararlo y descubre una de las recetas más tradicionales para disfrutar de todo el potencial del pollo.
7Avanza con la cocción del pollo al ajillo
Termina de sellar todas las piezas de pollo al ajillo y una vez que estén bien doradas, retíralas del aceite y ve colocándolas en un plato. Si la sartén es pequeña, es mejor que selles cada pieza de pollo por tandas para que queden bien doraditas.
Cuando termines de sellarlas, retira parte del aceite de la sartén y regrésala al fuego. Regresa las piezas de pollo a la misma e incorpora los dientes de ajo previamente sofritos. Remuévelos bien con el pollo troceado.