Mejillones rellenos: el truco para que hacer unos tigres perfectos

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Si por algo destaca la cocina española, entre otras cosas, es por la gran cantidad de tapas que ofrecer cuando uno quiere comer o cenar de “picoteo”. Algunas de ellas realmente irresistibles, como son los mejillones rellenos, comúnmente conocidos como “tigres”. El contraste que provocan el sabor marino de este alimento y la bechamel que lo recubre resulta increíble. Además, tampoco es un plato complicado de hacer si se siguen una serie de pasos y se tienen en cuenta algunos de los mejores trucos de los cocineros profesionales.

Una apuesta segura, más aún si se tienen invitados en casa, que te detallamos a continuación.

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La verdura de los mejillones rellenos

Mientras los mejillones se enfrían, una vez retirados del fuego, es momento de ir poniéndose manos a la obra con las verduras. O lo que viene a ser lo mismo: pelar y lavar tanto el ajo como la cebolla, el tomate (es recomendable quitarle la piel, hacednos caso) y el pimiento. Se corta todo en trocitos lo más pequeños posible, incluido el tomate, y se echa en una sartén con un poquitín de aceite. Cuando este esté caliente, como es lógico.

Así se espera unos minutos a que la verdura esté bien pochada, sobre todo el pimiento, que puede ser lo que más tarde en cocinarse. Una vez hecho esto, se quitan los mejillones de las cáscaras y se cortan en trocitos pequeños (para lo cual lo más práctico es usar unas tijeras, ya que son muy blanditos). Finalmente se añaden al resto del sofrito. Eso sí, ni se te ocurra deshacerte de las conchas vacías, porque luego son imprescindibles en la receta. Como consejo, decir que para los amantes del picante, en este punto se puede añadir al sofrito una guindilla o dos. Pero solo un rato, luego se quitan de la receta, para que no sea demasiado, ni tan siquiera para los apasionados de los sabores intensos.