Ya dejamos atrás el verano y el calor. Con ello nos vuelve a apetecer cocinar y comer platos calientes de cuchara, de esos que te dejan nuevo y te aplacan el frío. En España hay muchas recetas de este tipo irresistibles, pero hay algunas que son más conocidas y usadas en todo el país, aunque tengan un o origen concreto, como la fabada asturiana, el cocido madrileño o las migas. Nos detenemos en esta última, para darte la mejor forma de hacerlas sin correr el riesgo mayor en este caso, que es que queden secas.
6EL AGUA QUE NO FALTE
Seguirá siendo protagonista de todo la receta, no solo en la previa como hemos visto. Y es que el otro truco es que durante la elaboración, una vez más para evitar la sequedad, aunque ya se supone que hicimos lo que había que hacer antes, es añadir algo de agua directamente en la sartén. De todas formas, ya el ir removiendo hace que las migas no queden secas ni se peguen entre sí. La clave es que estén en su punto, ni pegadas ni sueltas.
Ya quedaría servir, y para ello también hay versatilidad, ya que es habitual echar encima algún ingrediente al gusto.