Es imposible dudar a estas alturas de cuáles son los principales atractivos de programas tipo reality para la mayoría de los espectadores. El hecho de ver en el día a día, de manera más o menos “real” las peripecias de personajes famosos termina por descubrir también algunos de sus secretos cotidianos, por expresarlo de alguna manera. Pesadilla en el paraíso, la última apuesta de Telecinco por intentar mejorar su crisis de audiencia, es un claro ejemplo de ello.
Uno de los detalles que más parece haber llamado la atención del público del programa, al menos en su última emisión, ha sido la confesión de la popular Alyson Eckmann acerca de su particular vida profesional.
5La polémica en Pesadilla en el paraíso
Hoy en día es una práctica muy común publicar y compartir fotos privadas en Internet. Lo hacen los famosos, por así decirlo, pero también quienes no lo son. Con la principal diferencia, que no es baladí, de que unos no cobran por ello y otros sí. Pero a pesar de que se trata de una práctica cada vez más frecuente, no todo el mundo está de acuerdo con ello, e incluso no faltan quienes ven cierta “inmoralidad” en dicho comportamiento.
Por ese motivo, la propia Alyson Eckmann se apresuró a defender su iniciativa de subir fotos, muchas de ellas inequívocamente subidas de tono, a Internet a cambio de ganar dinero por ellas. Su visión del asunto se traduce claramente a través de sus propias palabras: «Que vendo fotos de mi ojete? Yes. ¿Gano un montón de dinero? También. ¿Hago porno? No. Si nadie me toca y yo estoy cómoda haciéndolo y estoy ganando una pasta… O sea, la puta vida”.
