Hay un plato que, aunque en la actualidad no suele ser preparado con frecuencia, pertenece al recetario más tradicional. Los sesos huecos han visto crecer a generaciones enteras que, aunque en ocasiones se asustaban al ver sus ingredientes, no podían resistirse a comerlos.
Esta es una de esas recetas con olor y sabor a tradición, de las que no deben ser olvidadas y cuya preparación tradicional debe ser rescatada para el deleite de grandes y pequeños. Anímate a prepararla y verás como no te arrepientes.
6Bate los huevos
Con los sesos perfectamente limpios y cocidos, ya es momento de pasar a preparar la mezcla para los sesos huecos. Comienza cascando los huevos y vierte las yemas y claras en un bol.
Espolvorea un poco de sal y de pimienta negra recién molida y con la ayuda de un tenedor o batidor de alambre manual, bátelos perfectamente hasta tenerlos bien integrados.