El Partido Animalista (PACMA) ha advertido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que la «sociedad española no le va a perdonar» que excluya ahora a los canes de caza de la futura ley de protección animal que fue aprobada en agosto por el Gobierno de coalición porque los convertirá en «perros de segunda».
Por ello, en un escrito remitido a la Presidencia del Gobierno, al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y al portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, exige al Gobierno que retire la enmienda presentada por el grupo parlamentario socialista para excluir a los perros de trabajo y de caza, así como la dirigida a evitar la prohibición del tiro al pichón en el proyecto de ley que tramitará el Congreso de los Diputados. De no hacerlo, avisa de que informará al Parlamento Europeo de esta situación.
En el escrito, el PACMA pide que no solo no se excluya a estos animales del proyecto de ley sino que también se prohíba el uso y explotación de los animales como herramientas de caza o guardia, ya sean perros, hurones o cualquier otro animal.
«Aún están a tiempo de retirar y cambiar el sentido de su enmienda, demostrando ser el partido progresista que dicen ser. Ni siquiera los partidos de derecha han diferenciado a estos animales en las leyes autonómicas de protección animal. Mucho menos los han excluido. Que lo hiciera el Partido Socialista en 2022 sería desolador«, valoran.
En ese contexto insiste en que «la sociedad española no se lo va a perdonar» porque considera que en las últimas décadas se ha generado un movimiento «imparable» de concienciación y sensibilización sobre la defensa y la protección que debe otorgarse a la naturaleza en general y a los animales en particular.
La asesora jurídica de PACMA, Eva Ramos, ha señalado que España es el único país de la Unión Europea donde se permite la caza con rehalas y los perros que son obligados a formar parte de las mismas, ya son tristemente, objeto de un trato singular y asegura que cada año, al terminar la temporada, miles son abandonados y matados de maneras terribles.
Asimismo, denuncia las «pésimas» condiciones en las que muchos cazadores mantienen a estos animales. «De nada sirve que el Código Civil les reconozca como seres sensibles, si ese reconocimiento no se traduce en modificaciones efectivas y pragmáticas en el resto de normas concernientes a los animales«, apunta Ramos.