El famoso actor Karra Elejalde acudió a El Hormiguero este martes a presentar su nueva película ‘La vida padre’. Estas son algunas de las declaraciones que dejó en su entrevista con Pablo Motos.
Sobre “La vida padre”: “En esta película soy un cocinero de la cocina tradicional, estoy en un buen momento, pero un día voy a dar de cenar a Javier Clemente y todo el Atleti y sucede una cosa que me hace tener una amnesia que me deja clavado en los años 90”.
¿Cómo de delicado es preparar este personaje?: “Bueno, al que tiene una amnesia parecida le va a parecer todo bien porque se le va a olvidar al día siguiente”. “Yo tengo este problema en casa, mi madre está muy mayor y no recuerda nada. Lo haces con todo el cariño, lo hemos tratado con un exquisito cariño. Es una comedia, pero tiene tonos de emoción y de drama en algún caso”.
¿A ti también te parece el Guggenheim un montón de latas de atún como a tu personaje?: «Yo ahí veo un puerto con barcos, lo que desapareció de aquel Bilbao que a muchos les gustaba. A mí me parece bien el de antes y el de ahora”.
¿Cómo se te da la cocina?: “A mí la cocina se me da bien, tuve una relación amor-odio con ella porque mis padres tenían un negocio y de niño me perdía mucho tiempo para jugar porque tenía que estar haciendo pinchos con mi madre…”
Tu hijo en la serie es el que hace la nueva cocina: “La película no es un pulso entre el padre y el hijo, entre una cocina y la otra. Los cocineros que abogan por la nueva cocina reconocen que beben de las aguas de la cocina tradicional. En este caso, el problema es mi memoria porque mi hijo necesita una receta tradicional mía para que le den una estrella Michelin”.
Tú también eres guionista, ahora no se podría hacer “Airbag”: “No se podría, no encontraríamos una plataforma o cadena porque posteriormente hemos creado unos guiones no tan heavies que no han prosperado. Ahora desde el guion ya somos nosotros mismos los que nos autocensuramos para que el proyecto funcione”.
Pero se supone que para crear hay que ser libre: “No puedes crear con el freno de mano echado”.
Entonces nos estamos perdiendo risas: “Creo que nos estamos perdiendo, en nuestros móviles, en nuestra esterificación… Quererte enterar de la realidad de la vida a través de internet no es bueno”.
Porque el algoritmo siempre te da la razón: “Efectivamente. Lo hemos hecho en casa, hacer la misma pregunta en la red y nos han contestado a cada uno lo que necesitábamos escuchar… Perdemos objetividad”.
Los creadores del algoritmo dicen que quieren hacerte confortable el viaje: “Ya no hablamos, sólo escribimos y yo quiero oír la voz de mi hija, de mis amigos… nadie quiere hablar. Estamos perdiendo consustancialidad con la naturaleza, estamos incomunicándonos”.