A partir de los 40 años, una mujer puede quedar embarazada siguiendo una serie de procedimientos médicos que tienen una gran eficacia. Actualmente, son mucho más comunes los casos de mujeres que posponen ser madres por múltiples causas. La mayoría de estos se debe a que priorizan su carrera profesional o prefieren esperar a tener estabilidad económica, así como también están en la búsqueda de una pareja estable con la cual comenzar a formar una familia.
Los datos estadísticos demuestran que aproximadamente el 10% de los nacimientos más recientes son de madres mayores de 40 años. Se debe tener en cuenta que a partir de los 27 años la fertilidad de una mujer comienza a descender, para los 35 años ya la calidad y cantidad de óvulos desciende de forma drástica. Por ello, dentro de este rango de edad, las mujeres presentan mayores dificultades para poder quedar embarazadas de forma natural.
A partir de los 40 años, las probabilidades de tener un embarazo disminuyen en un 5% con cada ciclo menstrual. Son muchos los factores a tener en cuenta y uno de ellos es que los óvulos envejecen. También otros factores relacionados con el estado de salud y el nivel de estrés al que están expuestas las pacientes, son otros de los factores que tienen una gran influencia.
Sin embargo, a través de los años han surgido múltiples métodos médicos como el tratamiento FIV que han permitido dar solución a la mayoría de estos casos. Se trata de métodos que tienen una gran eficacia, pero que también deben de ser analizados teniendo en cuenta cómo funcionan y sus efectos secundarios. A continuación hablamos sobre ellos.
Fecundación in vitro
La fecundación in Vitro consiste en la extracción de los óvulos para que luego estos sean fecundados con los espermatozoides. Una vez se haya cumplido con el proceso en el exterior, se procede a introducirlos de nuevo en el útero de la mujer.
Dicho procedimiento se hace en un laboratorio utilizando diversos instrumentos y tiene altas probabilidades de tener éxito en la mayoría de los casos. Además, es el recurso más empleado por aquellas madres que han decidido usar muestras de donantes de esperma anónimos.
El tratamiento tiene un porcentaje de éxito que ronda el 25% cuando se trata de pacientes de 40 años. Para obtener los resultados esperados es importante prestar atención a los procedimientos previos, los cuales básicamente son la estimulación hormonal. De esta manera se obtiene una mayor producción de óvulos, con lo cual se puede fecundar una mayor cantidad de ellos en el laboratorio e implantarlos en el útero.
Con el proceso de estimulación ovárica comienza el tratamiento, que también tiene por objetivo desarrollar varios folículos ováricos mediante la estimulación con gonadotropinas. De esta manera se tiene un mejor control sobre el crecimiento y la maduración, lo cual garantiza un embarazo exitoso porque el óvulo se desarrolla hasta obtener un embrión viable. Además, el éxito del tratamiento depende del proceso de selección de los espermatozoides en el laboratorio. Asimismo, los embriones son cultivados en el laboratorio bajo supervisión constante.
Fecundación in vitro con ovodonación
El tratamiento FIV también se conoce como fecundación in vitro con ovodonación. Se emplea cuando la paciente no cuenta con una reserva ovárica o no tiene óvulos de calidad en suficiente cantidad. Por ello, en estos casos las soluciones son contar con óvulos sanos de una donante anónima. Estos mismos son fecundados con los espermatozoides de un donante, que igualmente puede ser uno anónimo.
Cuando se practica una FIV con ovodonación hay aproximadamente un 50% de probabilidades de tener éxito. Dado el éxito de este tipo de tratamiento es uno de los más solicitados en la actualidad. Por ello, también es cada vez más común que se tenga disponibilidad de acceder a un banco de esperma con varias muestras de donantes anónimos.
La vitrificación de ovocitos es la opción para quienes desean congelar sus óvulos, los cuales se mantienen en las mismas condiciones desde el momento en que fueron congelados. Dicho servicio no tiene límites en cuanto a la edad de las pacientes, pero generalmente se recomienda que sea una opción elegida por mujeres que se encuentran en una etapa fértil. Es decir, antes de los 30 años.