Pasa el tiempo, crecemos, y empiezan las responsabilidades. Además de empezar a tener nuevas responsabilidades que nunca imaginaste, sucede algo, te empiezas a poner un poco más gordo, o gorda, no sabes por qué sucede y te gustaría saberlo para poder ponerle fin.
Lo que pasa es que, entre otras cosas, la vida empieza a ser más sedentaria. Dejamos de jugar a la comba, dejamos de correr detrás de una pelota, el deporte tiene que ser algo casi preparado, con horario, y además nos relajamos en la comida, que empieza a ser cada vez menos sana. Vamos a recopilar algunos de esos hábitos que te están volviendo gordito o gordita poco a poco.
[nextpage title= «La oficina»]
Trabajar en la oficina engorda, eso es así, siempre lo ha sido y siempre lo será. La causa más lógica de aumento de peso relacionado con el trabajo en una oficina es la gran falta de actividad que esto conlleva, estás todo el día sentado.
Es verdad que hay investigaciones que demuestran que las personas que están de pie o caminan más a lo largo del día queman más calorías, y está claro que esto puede traducirse en un menor número de kilos ganados en el tiempo, así que, muévete.
Una buena idea es no ir en coche a la oficina, ir caminando o incluso ir en transporte público. Hay un estudio que dice que los que toman el transporte público hacia y desde el trabajo tienden a tener un Índice de Masa Corporal más bajo que los que conducen o viaja en un coche. Usa la bicicleta.
[nextpage title= «Café»]
Comer entre horas, si es demasiado engorda. Beber entre horas también, así que si eres de los que decides parar muchas veces al día para tomar algo, deja de hacerlo, solo hay que tomar cinco comidas al día, tres de ellas principales, dos las secundarias.
Si tomas mucho café, por ejemplo, resulta que, a no ser que controles mucho lo que haces y seas bien riguroso el café engordará, aunque claramente, no es el café ni la cafeína lo que engordan, sino lo que va a conllevar tomar el café, que no suele ser algo que tomemos solo.
Si le pones leche al café, y no es descremada, engorda, si es descremada y tomas mucha, también engorda. El azúcar que le pones al café, evidentemente también engorda un poco. Así que elige tomar esos cafés solos, sin azúcar o, directamente, dejar de tomarlo.
[nextpage title= «Saltarte comidas»]
Hemos visto que no es nada bueno comer entre horas, es desde luego algo que está comprobado que engorda. Pero escucha esto, porque saltarte comidas engorda también y mucho, curioso pero totalmente comprobado científicamente.
Así que debes hacer todas las comidas diarias, porque de saltarte una puede pasar que acabes llegando a la siguiente con mucho apetito y acabes comiendo el doble o el triple de lo que habrías hecho en esta que te corresponde. Incluso más que si juntamos las dos comidas.
Una buena dieta nunca hará que pierdas muchos kilos de repente, de la noche a la mañana. Debes hacerlo poco a poco, tienes que sentirte bien y con una buena salud. La dieta perfecta es aquella que puedes meter con normalidad en tu vida, y te haga sentirte bien sin que te suponga un gran sacrificio.
[nextpage title= «Los hábitos de los demás»]
Los hábitos dietéticos poco saludables de algunos compañeros de trabajo o amigos pueden influenciar en tu peso claramente. Si otras personas están pidiendo alimentos altos en grasa, es más probable que hagas lo mismo, debido a la necesidad de encajar con el grupo.
Por lo que piensa, si resulta que pasas la mayor parte de tu tiempo con gente que tiene sobrepeso, al final es de verdad muy probable que adoptes sus hábitos alimentarios poco saludables. Así que ten muy en cuenta con quién estás saliendo a comer y a cenar.
No se trata de que no tengas amigos o amigas con sobre peso La idea no es alejarte de tus amigos gorditos, si no intentar ser consciente de que a lo mejor no son los que tomen decisiones más saludables cuando coméis juntos. Ir con ellos al gimnasio puede ser una idea estupenda.
[nextpage title= «Estrés»]
El estrés engorda, y también es algo que está comprobado en muchos estudios. El estrés nos rodea, está presente en nuestras vidas diariamente. Si se convierte en crónico, es habitual que nuestro cuerpo empiece a sufrir cambios notables.
Con el estrés se elevan los niveles de cortisol y los niveles de insulina, a menudo, aumenta nuestro apetito de una forma no real, necesitamos comer aunque en realidad no tengamos necesidad, solo por puro placer. Esto engorda, y mucho, es comer entre horas.
Eso sí, también podemos señalar que hay veces en las que no se engorda por estrés, no siempre todo el mundo engorda ante una situación de estrés, hay incluso quien pierde peso. Pero lo normal es coger unos kilos, y así puede empezar un problema de salud que debemos saber detener.
[nextpage title= «Dormir menos de lo necesario»]
Dormir poco engorda. En realidad lo que engorda es dormir menos de lo que tu cuerpo necesita. Lo que tu cuerpo necesita dormir es algo que, probablemente, sabes bien porque te conoces y eres capaz de determinar con cuantas horas te sientes bien o no te sientes bien.
Dormir menos horas de las necesarias una noche detrás de otra y tener unos horarios de sueño poco organizados favorecen el sobrepeso y además, por si esto fuera poco, aumentan el riesgo de diabetes. Hay estudios que han explorado la relación entre el sueño y el metabolismo.
El metabolismo del cuerpo humano se altera cuando no se duerme lo suficiente y esto se hace de forma habitual. En estos casos, el cuerpo va a experimentar cambios que lo llevan a sentir más hambre, a preferir alimentos calóricos y hasta a quemar calorías con menos eficiencia y a acumular más grasa
[nextpage title= «Comer con prisa»]
Comer demasiado rápido también es algo que engorda, mucho. Cuando comemos rápido, las hormonas que nos dan la sensación de saciedad no se liberan a tiempo y, por lo tanto, surge necesidad de ingerir más comida de la que en realidad necesitamos. Así que come despacio.
Los expertos en nutrición siempre lo han recomendado, lo mejor para una dieta correcta y para no aumentar de peso es disfrutar y saborear la comida. Hay que comer despacio, entre otras cosas, y siempre estar pensando en lo que estás haciendo. Sin prisa.
Un grupo de investigadores del Hospital General Laiko de Atenas descubrieron, con relación a esto, que algunas hormonas intestinales son liberadas durante las comidas para generar la sensación de saciedad en el cerebro. El objetivo del estudio fue averiguar si la velocidad de la alimentación afecta la producción de estas hormonas. Y sí, afecta.
[nextpage title= «Picotear viendo la televisión»]
Cuando comemos hay que estar concentrado, saber lo que estamos haciendo, estar pendientes. Es un poco el mindfulness que tan de moda está estos días. El vivir el aquí y el ahora, el momento, incluso cuando estés comiendo. Si haces esto siempre te irá todo mejor.
Así que una de las peores cosas que puedes hacer mientras comes es estar distraído. Da igual que estés mirando el móvil o que estés leyendo un libro o incluso que te pongas a ver la televisión mientras comes. Esto va a hacer que no notes la sensación de saciedad.
Así que, una vez más, hay veces que estás engordando simplemente por estar comiendo mientras estás viendo la televisión, sin saber muy bien qué comes, cuánto come ni cuando necesitas parar de comer. Empieza a hacer las cosas con consciencia y todo irá mejor en tu vida.
[nextpage title= «Beber mucho alcohol»]
Beber mucho alcohol engorda. Ojo, no quiere esto decir que si solo tomas una copa de vino al día vayas a engordar, no, es como todo. Si lo haces sin cabeza verás que no es bueno para muchas cosas y que, además, vas engordando poco a poco.
Si observas cualquier dieta de adelgazamiento notarás que el alcohol no suele aparecer nunca en ninguna La razón es evidente, el alcohol engorda mucho porque interrumpe la oxidación de las grasas e hidratos de carbono, produciendo que en lugar de quemarlos los almacenemos.
Además, hay que tener en cuenta que cuando tomamos alcohol éste es rico en azúcares y es común que estemos picando algo, con lo que ahí metemos más grasa y azúcar que almacenar. Otra cosa que hay que tener en cuenta es que el alcohol deshidrata, y sin agua no puede haber reacciones químicas en el cuerpo, como quemar grasas.
[nextpage title= «Subir ascensor»]
Como estamos viendo, lo de no moverse es malo, para muchas cosas, entre ellas es malo porque no adelgazas o, incluso, puede llegar a engordar. Así que intenta discernir cuando tienes que coger el ascensor y cuando no debes hacerlo, no es muy difícil, es solo cuestión de lógica.
Si tienes que subir 20 pisos y además, vas a trabajar, piensa ¿deberías subir en ascensor? Pues sí, aquí no pasa nada. No quieres llegar muerto arriba y sudando, no es plan de pasar todo el día oliendo mal en la oficina, así que aquí sube en ascensor, no pasa nada.
Si son dos plantas, lo mejor es aprovechar para hacer ese ejercicio y subir por las escaleras. Tu cuerpo te lo agradecerá. Incluso si hablamos de un tercer piso o cuarto, depende de ti y del esfuerzo que estés dispuesto a hacer por tu salud.