Se acercan los vientos fríos y con ellos aparecen las ganas de comer algo rico y potente que llene el cuerpo de calor. Los callos a la madrileña forman parte de esos platos de cuchara que, a partir de otoño y durante todo el invierno, suelen servirse para calentar hasta el alma.
Este es un plato de gran sabor y salsa deliciosa que bien vale para mojar un trozo de pan candeal y degustarlo con ganas. Los callos a la madrileña, serán tus favoritos para entrar en calor, y lo mejor es hacerlos cuando no hay apuro, así que conoce más de ellos y prepara esta receta explicada que te va a dejar con ganas de comerlo cada vez que puedas.
5Así empieza la cocción de los callos a la madrileña
Una vez limpios y picados del tamaño de un bocado aproximadamente, es el momento de llevarlos a cocción para que queden blanditos. Cuando los compras, además de las tripas de vaca, vendrán huesos y también morro, por lo que es mejor tener paciencia para que todo se cueza y quede bien blando.
Pon los callos dentro de una olla grande y pon dentro una cebolla picada a la mitad, 2 hojas de laurel y una cucharadita de pimienta en grano. Cubre con agua hasta tapar por completo los callos y lleva a cocción suave por al menos 3 a 4 horas. El agua no puede secarse, así que si notas que se ha bajado mucho, añade un poco de agua caliente para no detener la cocción.