Se acercan los vientos fríos y con ellos aparecen las ganas de comer algo rico y potente que llene el cuerpo de calor. Los callos a la madrileña forman parte de esos platos de cuchara que, a partir de otoño y durante todo el invierno, suelen servirse para calentar hasta el alma.
Este es un plato de gran sabor y salsa deliciosa que bien vale para mojar un trozo de pan candeal y degustarlo con ganas. Los callos a la madrileña, serán tus favoritos para entrar en calor, y lo mejor es hacerlos cuando no hay apuro, así que conoce más de ellos y prepara esta receta explicada que te va a dejar con ganas de comerlo cada vez que puedas.
2Qué llevan y en que se diferencian de los callos a la gallega
Es frecuente conseguir recetas de callos a la madrileña en otras regiones del mundo, en las que los garbanzos forman parte de la receta, para terminar así preparando un plato de sabor delicioso. Ahora bien, este resultado, aunque suele agradar al paladar, no se trata de los auténticos callos a la madrileña, sino de los callos a la gallega.
Ambos platos comparten una buena cantidad de ingredientes, pero también hay algo que los diferencia, y esto es precisamente la presencia de estas leguminosas. Con relación al resto de los ingredientes, ambas versiones llevan: chorizos, morcillas, cebolla, laurel y por supuesto, callos. Veamos, entonces, cómo puedes preparar en casa los más deliciosos callos a la madrileña.