Todos en algún momento cometemos una estupidez, en mayor o menor grado, pero cuando se trata de una estrella de Hollywood que comete un error detrás de otro, ello provoca que sea agregado a una virtual lista negra y que no sea contratado para la realización de más películas, por muy exitoso que haya sido, y eso fue lo que le pasó a Jean-Claude Van Damme, la estrella de acción favorita de todos de los años 80.
8La caída en desgracia
Con un tercer fracaso matrimonial y encontrándose en la cumbre de su carrera Van Damme se codeaba con actores de la talla de Steven Seagal, Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, pero la cinta basada en un mítico videojuego le repuso un salario de siete millones de dólares, al tiempo que sostenía un pequeño romance con Kylie Minogue, rodeados de drogas y mucho alcohol. Otro hecho fue su pelea contra la industria cinematográfica, en el que resultó perdedor.
Para más inri, Columbia llegó a ofrecerle un contrato por 30 millones de euros para que protagonizara tres películas, pero Jean-Claude pidió 50, que era lo mismo que cobraba Jim Carrey. Cuando su contraoferta fue rechazada, todo se vino abajo y su cuarto matrimonio también.
El propio Van Damme declararía después “No se trataba de dinero. Estaba encadenando películas, y siempre de promoción. Estaba cansado. Todo lo que tocaba era rentable. A Jim Carrey le pagaban una fortuna. Y pensé que a mí también me podían dar esa cantidad. Menudo idiota. Me pusieron en la lista negra y ahí se acabó todo”.
Y comenzó el declive, drogas, alcohol, rehabilitaciones fallidas, evidente deterioro físico y un diagnóstico de trastorno bipolar, hicieron que buscara refugio en su tercera esposa, de nombre Gradys Postugues, con la volvió a casarse en el año 1999, permaneciendo a su lado hasta hoy.