Después del verano hay que darle al pelo un cuidado extra, lo que incluye utilizar un buen cepillo. Durante varios meses ha estado expuesto al sol intenso, al agua de mar, al cloro de la piscina, a cambios de rutina… Y esto, al final, se nota. Toca elegir los mejores tratamientos para devolverle el brillo y la hidratación, pasar por la peluquería para darle un corte y prepararse para afrontar la temporada de caída del cabello.
Como sabemos, el pelo tiene un ciclo de vida, así que es perfectamente normal que se caiga, ya que por lo general se va renovando con pelo nuevo recién nacido. Sin embargo, no es plato de buen gusto observar el cepillo o la almohada cubiertas de pelo.
Afortunadamente, hay algunas cosas que podemos hacer para reducir un poco esta pérdida, como revisar nuestra dieta, trabajar en la gestión del estrés tomar algún suplemento. También es muy buena idea usar un cepillo de pelo anticaída, que peina suavemente, evitando que las fibras del cabello más debilitadas se desprendan. Igualmente, evitan la rotura, que a menudo hace que la melena se vea escasa y sin cuerpo. Un cepillo adecuado a cada tipo de pelo puede hacer mucho por nuestro look y nuestra salud capilar. En el mercado existen muchos tipos de cepillo y conviene conocerlos para poder escoger el correcto.
La difernecia principal está en el material de las cerdas, que es la parte que entra en contacto con el pelo y el cuero cabelludo y por lo tanto, juega un papel fundamental en el resultado. Hay cepillos de madera, nailon, carbono, pelo y hasta titanio. Eso sí, los que tenemos que evitar a toda costa, son los de plástico porque generan electricidad estática y esto es lo último que queremos. El diseño de la pala tambíen es importante, igual que el esqueleto, que se puede adaptar a pelo liso o rizado.
CEPILLOS DE MATERIALES NATURALES
Uno de los cepillos anticipa con mejores prestaciones son los de madera, con cerdas de jabalí. Ayuda a distribuir el aceite natural del cuero cabelludo por toda la longitud del pelo y le da un aspecto más brillante, sedoso y saludable. Algunos llevan pasadores de nylon entre las cerdas que proporcionan un suave masaje al cuero cabelludo para estimular la circulación sanguínea. Por lo tanto, es una opción ideal para cuidar el pelo y prevenir la caída.
CEPILLOS DESENREDANTES
Los famosos tangle teezer y diseños similares son esos cepillos que parecen un erizo. Las cerdas son de un material sintético muy blando y suave, así que son ideales para desenredar melenas delicada, incluso en niños. Evitan la rotura y las molestas puntas abiertas. Es el mas indicado para cabelleras largas y espesas y para desenredar después de lavarlo. Gracias a que las cerdas tienen diferentes longitudes, el pelo se desliza sin tirones.
CEPILLOS PLANOS O REDONDOS
Los cepillos planos y grandes son los más adecuados para pelo largo y fuerte, especialmente para usar junto con el secador porque al tener una superficie bastante amplia, ayudan a conseguir un alisado efectivo y rápido sin tener que aplicar demasiado calor. Eso sí, no da volumen en la raíz y movimiento en las puntas. Para conseguir estos resultados, hay que combinarlo con un cepillo redondo. Este tipo de cepillo es imprescindible en el cuarto de baño para conseguir un peinado con volumen y moldear algunos mechones. El grosor del cepillo depende de la longitud del cabello y de tipo de peinado que queramos hacer.
CEPILLO ESQUELETO
Estos cepillos se caracterizan por tener las cerdas muy esperadas y son los más indiciados para el pelo rizado. En una melena tupida y rizada, se desliza mejor sin dar tirones y respetando la forma natural del pelo. Además de desenredar, ayuda a definir los rizos.
CEPILLOS ECOLÓGICOS
Si además de cuidar el pelo, darle brillo y prevenir la caída, queremos proteger el medioambiente, podemos decantarnos por un cepillo ecológico. Las propuestas en el mercado son muy variadas, y podemos encontrar modelos con cerdas de bambú, de fibras de trigo, de cáscara de arroz y otros materiales sostenibles y reciclables. La mayoría tienen un diseño antirrotura una forma ergonómica y cerdas largas y muy flexibles, a la par que resistentes.