La crema chantilly es una de las recetas primordiales de la repostería francesa y es perfecta para acompañar los postres más delicados y las frutas frescas. Con una consistencia muy aireada y sublime, suele estar presente en postres en los que la delicadeza es la mejor carta de presentación.
Esta creación del cocinero francés Francois Vatel, debe su nombre a su debut en el castillo de Chantilly, cuando Vatel la preparó para el rey Luis II. Si bien, su consistencia es similar a la de un merengue italiano, la crema chantilly es en realidad muy diferente, e incluso, muy fácil de preparar, sobre todo si sigues estos trucos que te ayudarán a tenerla siempre perfecta.
10Prepara solo la cantidad justa de crema chantilly y evita desperdicios
Montar la chantilly es muy sencillo y solamente debes seguir los trucos señalados, poner la nata en el bol frío, añadir el azúcar pulverizado y la vainilla y mezclar hasta montar; sin embargo, no te excedas con el batido o terminarás cortando la preparación.
Aunque añadas leche en polvo o gelatina, debes considerar que la crema no es eterna y que con el pasar de las horas irá perdiendo su volumen de manera natural; por lo tanto, evita preparar una cantidad exagerada, ya que con el tiempo se dañará.