Cuando preparamos un bizcocho en casa, uno de nuestros objetivos es que quede lo más esponjoso posible. Queremos que le bizcocho suba un montón y tenga una miga tierna y jugosa que solo con verla se te hace la boca agua. Esos son los bizcochos que más nos gustan y los que preparaban nuestras abuelas, dejando la casa increíblemente perfumada. Son pocos los ingredientes que se necesitan para preparar este dulce básico: huevos, harina, levadura y azúcar, aunque podemos darle un toque de sabor especial. Es perfecto para disfrutar solo o acompañado de una bebida caliente.
4MEZCLAR LA HARINA CON SUAVIDAD
Una vez tengamos la textura adecuada, añadimos el licor de anís o la esencia de vainilla y batimos ligeramente para integrar en la mezcla. Seguidamente, tamizamos la maicena junto con la levadura y lo vamos añadiendo poco a poco a la mezcla de los huevos, integrando con momentos envolventes, para evitar que pierda aire y que mantenga su volumen. Continuamos mezclando hasta que la masa esté cremosa, lisa y sin ningún grumo.