Es del conocimiento de todos que los perros son animales súper sensibles, y que esa sensibilidad no sólo se demuestras en el olfato, sino también en el sentido de la audición, que en el caso de estos animales es exponencialmente mucho más alto que en los seres humanos, por ello muchos ruidos a los que no les hacemos caso, por ser cotidianos, a los canes les afecta a niveles insospechados.
Aunque no lo creas, el ruido que hacen las sirenas de las ambulancias, de algunos instrumentos musicales, en incluso de algunos electrodomésticos que normalmente usamos, tienen un efecto más que chirriante en los oídos de nuestros amiguitos, pero algo que los perturba muchísimo son los petardos y los fuegos artificiales.
4Mantén la calma y no regañes al perro
Cuando el perro se encuentra nervioso porque está escuchando ruidos que lo afectan tan negativamente, es posible que asuman conductas que no son normales en ellos, puede que se pongan a aullar, a ladrar, a moverse de manera nerviosa cuando los escuchan, lo peor que podemos hacer es ponernos nerviosos nosotros en el trato con nuestro perro, porque eso no va a calmar la ansiedad que ellos están sintiendo, así como tampoco vamos a poder comprender lo que ellos necesitan que hagamos en su favor en esos momentos específicos.
Llévalos a un lugar de la casa en donde estén más alejados de los ruidos externos, acarícialos, tranquilízalos y no los regañes, más bien dales agua fresca, alguna chuchería para canes, dale cariño y verás cómo irán volviendo a la normalidad.