Las hormigas son insectos muy comunes y es fácil verlas en los caminos, en los parques y en el campo. En verano cobran protagonismo, ya que salen de sus guaridas para proveerse de comida y acumularla bajo tierra para alimentarse sin escaseces durante el invierno. Como todos los insectos tienen una importancia crucial dentro del ecosistema y como apuntan los expertos, la vida en la tierra colapsarla en pocos días si desapareciesen estos pequeños bichejos.
No obstante, su presencia en nuestras casas no nos gusta, y una vez que entra uno, si no se mantiene a raya, se puede convertir en plaga. Durante los meses de calor es fácil que las hormigas se intenten adueñar de nuestras cocinas, atraídas por los olores de los alimentos y el fácil acceso cuando tenemos las ventanas abiertas. Por suerte, hay algunos trucos para ahuyentarlas e invitarlas a que se vayan a buscar comida a otra parte.
1PREVENIR PARA QUE NO ENTREN LAS HORMIGAS
Lo primero es prevenir. Hay hormigas de tamaños muy diferentes, pero casi todas ellas son capaces de colarse por grietas pequeñísimas. Así que toca revisar la cocina en busca de agujeros, espacios entre baldosas, etc, y proceder a sellarnos con un poco de yeso o de silicona. Cualquier hueco o grieta puede servirles como nido, y desde ahí caminar libremente en busca de comida.
Otro frente al que hay que prestar atención si queremos evitar plagas es el de la limpieza. Un par de migas descuidadas puede ser suficiente para que las hormigas entiendan que nuestro hogar puede ser una buena fuente para alimentarse. Estos insectos tienen un olfato infalible y van creando rastros para saber qué rutas seguir hacia los sitios donde hay alimento.