El Papa ha expresado su preocupación por la escalada de violencia en Bagdad (Irak), que ha dejado al menos 35 muertos y más de 250 heridos, y ha pedido dialogo y fraternidad para afrontar las dificultades políticas que atraviesa el país después de la retirada de la política del influyente clérigo chií Muqtada al Sadr.
«Sigo con preocupación los acontecimientos violentos que han tenido lugar en Bagdad en los últimos días. Pidamos a Dios en la oración que dé la paz al pueblo iraquí«, ha asegurado el Santo Padre durante la audiencia general de este miércoles, que ha presidido en el aula Pablo VI del Vaticano.
La retirada de Al Sadr ha provocado que miles de sus seguidores hayan salido a las calles en un brote de violencia en el que el Palacio Presidencial y en la sede del Gobierno han sido asaltados. El Papa, que visitó Irak en marzo del año pasado, ha lamentado las violentas manifestaciones. Francisco ha recordado que, cuando viajó al país, sintió «de primera mano el gran deseo de normalidad y convivencia pacífica entre las diferentes comunidades religiosas que lo componen«.
«El diálogo y la fraternidad son la principal vía para afrontar las dificultades actuales y alcanzar este objetivo», ha agregado.
Además, en los saludos a los fieles polacos presentes en la audiencia, Francisco ha recordado el origen de la Segunda Guerra Mundial (este jueves 1 de septiembre se cumplen 83 años) y ha condenado que, en este momento, la humanidad vive «la tercera» guerra mundial.
«Mañana recordarán el estallido de la Segunda Guerra Mundial, que marcó dolorosamente a la nación polaca«, ha dicho Francisco que, desde que arrancó el pontificado, ha defendido la idea de que el mundo está viviendo una Tercera Guerra Mundial por partes. Así, ha instado a cuidar «la memoria de la experiencia» para que se cultive «la paz en las familias y en la vida social e internacional».
Por otro lado, como ya es habitual en sus citas públicas con los fieles, el Pontífice ha pedido rezar «de modo especial por el pueblo ucraniano«.
En otro orden, el pontífice ha inaugurado este miércoles un nuevo ciclo de catequesis dedicado al tema del discernimiento. «El discernimiento es agotador, pero es indispensable para vivir. Requiere que me conozca a mí mismo, que sepa lo que es bueno para mí aquí y ahora. Requiere sobre todo una relación filial con Dios», ha asegurado el Papa.
Para el Papa, el discernimiento que se presenta en el Evangelio es como «un ejercicio de inteligencia, de habilidad y también de voluntad, para aprovechar el momento favorable: son condiciones para hacer una buena elección. Y también hay un costo necesario para que el discernimiento sea operativo». En este sentido ha dejado claro que es «importante saber discernir» porque las «grandes elecciones pueden surgir de circunstancias que a primera vista parecen secundarias, pero que resultan ser decisivas».