El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha advertido este miércoles de una «anomalía constante» en el Gobierno de España y es la de «invertir casi todo su tiempo en hacer oposición»: «Hacen oposición a la oposición y hacen oposición entre los miembros del Gobierno», por lo que se ha preguntado entonces que «quién gobierna España».
Así, ha indicado que España y los españoles están en un momento «de enorme incertidumbre» porque el Ejecutivo «ha comprado paz y tiempo para irse de vacaciones» pero a la vuelta, «los problemas de España siguen ahí y los problemas del Gobierno, también», ha reprochado Feijóo aludiendo a la inflación y a las desavenencias entre el equipo de Pedro Sánchez.
Durante su intervención en la Junta Directiva del PP de Málaga, celebrada este miércoles en el municipio de Alhaurín el Grande, el líder de los ‘populares’ ha afirmado que este curso político «es más decisivo todavía para los españoles» porque «sabemos que este Gobierno no es capaz de hacer frente a la difícil situación que atraviesa el país», y en apenas 48 horas del arranque político en España «ya lo hemos visto».
Con estas palabras se ha referido Feijóo a las declaraciones de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, sobre su apoyo a las manifestaciones de los sindicatos, mientras que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, se desmarcaba de las movilizaciones y abogaba por buscar soluciones. «El problema es que las vicepresidentas no están de acuerdo«, ha criticado, haciendo referencia también a la diferencia de posturas dentro del equipo de gobierno en cuanto al incremento del gasto militar.
Así, ha incidido en que «este gobierno no está concebido para hacer frente una crisis, sino para resistir en el gobierno; y una cosa es resistir en el gobierno y otra gobernar», ha recriminado el ‘popular’, que ha defendido la importancia de no perder el pulso de la calle y decir la verdad a los ciudadanos.
Sobre esto, ha dicho que la verdad es que a la vuelta del verano, mañana 1 de septiembre, España «tiene más problemas de los que tenía el 1 de julio», porque los problemas «no entienden de vacaciones», como sí ha hecho el Gobierno, ha recriminado. Así, ha alertado de que la inflación «está en dos dígitos» –a un 10%– y, aunque ha habido una bajada de los combustibles, «el resto de los productos han subido tres décimas».
EL GOBIERNO SACA PECHO PERO ES EL «ÚLTIMO DE LA CLASE»
Con ello, ha lamentado que España siga siendo «el peor país, con los peores resultados de toda la Eurozona para volver al Producto Interior Bruto (PIB) que teníamos antes de la pandemia», pero el Gobierno «saca pecho». «Ser el último de la clase y sacar pecho de ser el último es algo que no procede», ha apostillado Feijóo, quien se ha puesto como «objetivo y compromiso» que España sea «de los mejores países de Europa».
También ha criticado que, «ahora cuando estamos pagando en el recibo de la luz esa excepción ibérica y tasas normativas, nos damos cuenta y nos acordamos de aquellos que están en el Gobierno y que hablaban de pobreza energética y convocaban minutos de silencio cuando gobernaba el PP y el megavatio estaba a 60 euros; y ahora que supera los 460 euros, siete veces y medio más, ahora la culpa es del PP», ha dicho.
Para Feijóo, «esto no es tomarse en serio a la gente», algo que considera clave para ejercer la política, porque «si a la gente le pedimos seriedad y responsabilidad en el voto para que gobernemos, también nos piden eso a nosotros para decir lo que pasa en un país», insistiendo en que «hay que decir la verdad a los ciudadanos».
Asimismo, ha considerado que la política es trabajo y servicio público», y aquí ha señalado a la calle como «el lugar de aprendizaje» de un político. Por eso, ha afirmado que no cree en los que «se encasillan en sus despachos» hasta que han perdido el pulso de la calle, «porque ahí ya no tiene solución».
«Salir a la mar cuando no hay olas y el viento está en calma es fácil, pero para gobernar en una caverna se necesita una tripulación y un capitán distinto que para navegar en la mar calma», ha indicado Feijóo, que ha insistido en que su partido «no va a perder el pulso de la calle».
Con todo ello ha incidido en que el arranque del curso político para el PP «es decisivo» y «nuestra responsabilidad es todavía mayor», y pasa por «responder a los intereses de España con propuestas, con moderación y con compromiso con los españoles», ha concluido.