Cruz Roja ha implantado un proyecto de identificación de personas desaparecidas en ruta migratoria por vía marítima con el objetivo de mejorar la eficacia en este ámbito, según ha informado la propia entidad.
Las cifras de la Organización Internacional de Migraciones (OIM) señalan que son cerca de 19.000 las personas en procesos migratorios que se consideran desaparecidas en la ruta marítima del Mediterráneo entre 2014 y 2019, y 3.300 las del año 2021 en ruta hacia Europa. De ellas, según ha destacado la organización, sólo el 13% de los cadáveres han sido recuperados y, por tanto, identificados.
Ante este escenario, Cruz Roja busca «cambiar el paradigma y no esperar a recibir la solicitud, sino actuar desde el mismo conocimiento del naufragio». La entidad cree que, de este modo, podrá conseguir que las familias de estas personas puedan obtener a corto plazo una respuesta, al menos parcial, de la situación que puede haber vivido un familiar suyo en la ruta migratoria.
Así, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha desarrollado un proyecto con el que identificar, a través de testimonios, herramientas, y el recuento de personas que viajaban en cada patera a su salida y llegada, a las personas que han muerto en su viaje en patera, cayuco o similares.
Ha realizado el proyecto piloto a Canarias, tras una experiencia previa en Italia, y ahora ha extendido esta acción también a la zona sur de la península, zona Levante y Baleares.
La entidad ha advertido de que la gran cantidad de casos no resueltos provenientes de países africanos, el alto número de personas desaparecidas en la ruta migratoria y la necesidad de identificar a las personas migrantes fallecidas para ayudar a las familias a afrontar la pérdida ambigua, son las motivaciones por las que trabaja en la implantación de este servicio en la costa de Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Baleares.
A través de los servicios de Restablecimiento del Contacto Familiar del Movimiento Internacional de Cruz Roja organiza un encuentro en persona con los familiares de las personas desaparecidas para transmitir la información atendiendo a las necesidades emocionales de la familia. La posibilidad de iniciar el proceso de duelo tras este tipo de situación pasa por satisfacer la necesidad de saber de los familiares.
En este sentido, Cruz Roja advierte de que la búsqueda de personas fallecidas y desaparecidas en la ruta migratoria puede darse en tres contextos: que la embarcación saliera, pero no llegara a la costa de destino, que la embarcación llegue con personas fallecidas, o que en la embarcación hayan fallecido personas pero que sus cuerpos hayan desaparecido en el mar.
En el primero de los supuestos, cuando se identifica una embarcación que partió de un punto en una fecha determinada pero que no ha llegado a costa, se recopila la información de llamadas y solicitudes de búsqueda de los familiares para elaborar una lista de pasajeros y un relato de lo ocurrido. Posteriormente estos datos se corroboran utilizando herramientas técnicas.
En las embarcaciones llegadas a costa con personas desaparecidas, además, los testimonios de los propios supervivientes se suman a esta investigación, así como las noticias o publicaciones en redes sociales al respecto de lo acontecido.
La entidad explica, además, que si la embarcación llega con personas fallecidas, se trata de identificar los cuerpos (juntos al Instituto de Medicina Legal y los juzgados), y si no fuera posible, también se contrasta la identidad del migrante con los supervivientes, y el cotejo de datos en las solicitudes de búsqueda; si algún familiar quiere identificar el cuerpo, se realiza un acompañamiento físico y emocional por parte de Cruz Roja para pasar este proceso.
«En todos los casos, el registro de posibles nombres y su cotejo en bases de datos con distintas formas de escritura o similitudes parciales, así como las fotografías en las que pudieran aparecer, son un valor añadido a la investigación», ha apuntado.