El bizcocho de vino blanco se caracteriza por tener un sabor y aroma muy delicado; además, su miga es suave, esponjosa y combina con gran cantidad de rellenos y merengues.
Este dulce es perfecto para un agasajo, pero también para acompañar el té. Con un aroma dulce y delicado, el mismo será una verdadera delicia a la que será difícil resistirse. Anímate a conocer esta receta y cambia la manera de disfrutar de un rico y sencillo postre.
5Así añades el vino blanco
Cuando tengas las yemas y el azúcar en el conocido como punto letra, y esta mezcla luzca bien cremosa y de color amarillo claro, vierte el aceite de girasol y continúa batiendo. Es muy importante que el aceite sea de girasol u otro vegetal de sabor muy suave. No utilices aceite de oliva, pues este aporta un sabor muy fuerte que tapa el del vino blanco.
Una vez que termines de añadir el aceite y lo tengas perfectamente batido, vierte el vino blanco mientras continúas batiendo. Recuerda que el vino blanco debe ser de buena calidad, y preferiblemente, de aroma afrutado.